25 noviembre, 2024

Elecciones en Nicaragua: Daniel Ortega «arrasó» en las urnas sin competencia y con opositores presos

El mandatario de facto cosechó un total de 74,99% de los votos con la mitad de las mesas escrutadas. Sin embargo, el observatorio Urnas Abiertas estimo un 81,5% de ausentismo en la votación.

El presidente de facto de Nicaragua, Daniel Ortega, empezó el camino a confirmar su cuarto mandato consecutivo este lunes 8 de noviembre por la madrugada luego de conseguir el 74,99% de los votos en las elecciones presidenciales con la mitad de las mesas escrutadas. Los comicios se desarrollaron con opositores presos y sin competencia electoral real, en un marco político cuestionado por la ONU. Si los resultados se mantienen, el actual presidente ocuparía la casa de gobierno de Managua por cuarta vez consecutiva.

Con el 50% de las mesas escrutadas, la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, develó los primeros resultados de las elecciones que se llevaron a cabo este domingo, donde muchos de los opositores que se disponían a participar fueron apresados por el propio Ortega. Sin embargo, desde el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua manifestaron que las Elecciones Generales 2021 fueron «realizadas en un ambiente de Paz​, Libres, Democráticas y Transparentes».

Debajo de Ortega, quien representa al Frente Sandinista de Liberación Nacional, quedaron el Partido Liberal Constitucionalista (14%), el Partido Liberal Independiente (1,70%), la Alianza Liberal Nicaragüense (3,27%), Camino Cristiano Nicaragüense (3,44%), la Alianza por la República (2,20%). Con estos votos provisorios, Ortega sería reelecto por cuarta vez consecutiva para ocupar el sillón de La Casa de los Pueblos.

Según subrayó el observatorio Urnas Abiertas, poco antes de que se dieran a conocer los primeros números de los comicios, la abstención alcanzó un 81,5%, según 1.450 observadores no autorizados en alrededor de 550 centros de votación.

La jornada, reguardada por 30.000 militares y policías, transcurrió sin entusiasmo ni incidentes, pero con una fuerte arremetida de la oposición que llamó a no votar, clamando un enorme abstencionismo y el oficialismo una gran participación.

Tras el cierre de las 13.459 urnas, el material electoral empezó a llegar después de las 20 a los centros de cómputos llevados por funcionarios en autobuses, para iniciar el recuento de sufragios que demoró en informarse a la población local.

Apenas cerradas las urnas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó de «farsa» las elecciones, mientras que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a su aliado Ortega ante su predecible victoria y reiteró que «Nicaragua tiene quien la defienda».

De la misma manera que lo hizo EE.UU, Costa Rico desconoció los comicios electorales celebrados en el país centroamericano. «Hacemos un llamado al gobierno para que libere y restituya los derechos de los presos políticos»; sostuvo el presidente Carlos Alvarado.

Ortega quien llegó al poder por las urnas en 2007, asumirá, previsiblemente, otros cinco años como presidente, a la cabeza del FSLN junto a la poderosa Rosario Murillo (70), su esposa, candidata a la vicepresidencia por segunda vez en su historia.

El ganador no ha estado en duda, pero como la oposición llamó a no votar, se desconoce la participación de los 4,4 millones de electores llamados a elegir también a 90 diputados de un Congreso que, igual que todos los poderes, está bajo control del Ejecutivo.

Acercándose los comicios, en una ofensiva contra la oposición que comenzó en junio, fueron ilegalizados tres partidos. Siete aspirantes y 32 activistas sociales y políticos fueron detenidos, sumándose a 120 opositores que están presos desde 2018.

Conforme a leyes aprobadas en 2020, los recientes detenidos están acusados de atentar contra la soberanía, promover sanciones internacionales, «traición a la patria» o «lavado de dinero», como es el caso de Cristiana Chamorro, hija de Violeta Barrios.

Tras votar junto a su esposa, Ortega arremetió contra los opositores y justificó las detenciones. «Estaban conspirando, no querían que se realizaran estas elecciones (…) Son demonios que no quieren la paz», aseveró, tras calificarlos de «terroristas».