La oposición habla de iniciar un juicio político contra el presidente. Analistas estiman que, de avanzar ese proceso, podría ser destituido.
Nicolás Petro puso contra las cuerdas a su propio padre: admitió ante la justicia que el dinero de un condenado por narcotráfico financió parte de la campaña electoral del presidente Gustavo Petro, a solo cuatro días de cumplir su primer año de gobierno.
Se trata de un escándalo institucional de gravísimas consecuencias que, según advirtieron opositores y analistas, puede terminar en un juicio político contra el mandatario.
“Si esto se confirma podría significar que la comisión de acusación de la Cámara de Representantes tenga que pronunciarse sobre el caso, lo que equivaldría a un juicio político”, dijo a TN el analista Yann Basset, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, de Bogotá.
La confesión del hijo del presidente se realizó como parte de un proceso de colaboración con la fiscalía, que lo acusa de lavado de dinero. La admisión impactó de lleno en la política colombiana y provocó un terremoto en el oficialismo.
El anuncio fue hecho por el fiscal del caso, Mario Burgos, durante una audiencia este jueves. Nicolás Petro “recibió altas sumas de dinero de parte del señor Samuel Santander López Sierra, conocido como el Hombre Marlboro” y condenado por narcotráfico en Estados Unidos. “Una parte de estos dineros fueron utilizados por el mismo señor Nicolás Fernando Petro Burgos (…) y otra parte de estos fueron invertidos en la campaña presidencial del año 2022″, afirmó.
Tras conocerse la noticia, Petro afirmó: “Claro que han intentado usar las cicatrices familiares, las heridas, algunas cicatrizarán, otras quizás nunca (…) para intentar abrir el camino del derrumbe del primer Gobierno popular en Colombia”.
Además, afirmó: “Tengan ustedes la absoluta certeza de que este Gobierno se acaba de acuerdo al mandato popular, de nadie más, y eso es bueno que quede claro en Colombia, no hay nadie que pueda terminar con este Gobierno que no sea el pueblo mismo y el pueblo mismo dio una orden por mayoría en las urnas electorales (…) Nos vamos hasta el año 2026″.
La reacción opositora: “Sigue el juicio político”
La reacción opositora fue inmediata. Miguel Uribe Turbay, senador electo del Partido Centro Democrático, publicó un video en sus redes sociales. Allí afirmó que “Gustavo Petro debe asumir su responsabilidad. Su campaña fue financiada por narcos”.
“Confesión de Nicolás Petro debe llevar a: – Imputación de cargo a Gustavo Petro por la Comisión de Acusaciones de la Cámara. Sigue el Juicio Político”, advirtió.
El legislador Christián Garcés, del mismo partido, coincidió: “la Cámara de Representantes debe arrancar un juicio político”.
Su colega Paloma Valencia fue más allá y sugirió que esta confesión puede ser solo la punta del iceberg. “Nicolás Petro reconoce que ingresaron dineros ilícitos a la campaña de Gustavo Petro. Está confesión, como lo hemos dicho, pone en entredicho la legitimidad de la elección del Presidente. ¿De quién eran los dineros? ¿Quién más aportó? ¿El Presidente mintió?”, se preguntó.
El analista y consultor argentino Angel Beccassino, considerado un verdadero gurú de las estrategias políticas en Colombia, dijo a TN que la crisis podría desencadenar en un “impeachment”.
“Pienso que va por ahí”, afirmó. Ante la pregunta de si Petro podría ser destituido, señaló: el proceso “podría llevar a ese destino”.
Muchos colombianos comparan este escándalo con el que sacudió al expresidente Ernesto Samper, investigado por el ingreso de dineros de la mafia a su campaña presidencial de 1994. Entonces varios políticos resultaron condenados.
El caso Nicolás Petro
Nicolás Petro, de 37 años, fue detenido el sábado pasado, acusado de lavado de activos. Días después, decidió colaborar con la fiscalía. ” Me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia”, dijo.
Hoy, su confesión desató una crisis institucional de consecuencias imprevisibles para su padre, que asumió la presidencia hace un año, el 7 de agosto de 2022. Se trata del primer gobierno izquierdista en la historia colombiana.
Según la prensa local, la fiscalía le había ofrecido al mayor de los seis hijos de Petro aceptar su responsabilidad para recibir una rebaja del 50% de la posible condena. El hijo del presidente está imputado por “adquirir, invertir, ocultar, encubrir y dar apariencia de legalidad” a dineros obtenidos de forma irregular”. Pero además por “incrementar en forma injustificada” su “patrimonio económico”.
La causa se inició por una denuncia de su exesposa, Daysuris Vásquez. La mujer lo acusó de recibir millonarias sumas en efectivo para la campaña presidencial de 2022. Según dijo, su exmarido se quedó con ese dinero para darse una vida de lujos.
El fiscal Burgos dijo que el narco Samuel Santander Lopesierra le entregó a Nicolás Petro unos 400 millones de pesos (casi 102.000 dólares). También habría recibido dinero de Alfonso “el turco” Hilsaca, un comerciante acusado de financiar grupos paramilitares y planear homicidios.
No es la primera vez que alguien cercano al presidente menciona al narcotráfico como financiador de la campaña. El exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, ex mano derecha de Petro, ya había amenazado con revelar presuntas irregularidades en los departamentos del Caribe durante la campaña.
” Yo tengo unos indicios por lo de Nicolás. Yo siempre he tenido unos indicios muy graves de lo que estaba pasando”, dijo el ex diplomático a la revista Semana a principios de junio. Ahora, el escándalo le estalló en la cara al presidente Petro.
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