Es el cuarto vuelo con venezolanos deportados desde Estados Unidos: los dos primeros salieron desde Texas el pasado 10 de febrero, luego le siguió otro con 177 migrantes que habían sido recluidos en la cárcel de Guantánamo, Cuba, y posteriormente repatriados vía Honduras.

Un avión procedente de Honduras con 199 deportados desde Estados Unidos arribó en la madrugada de este lunes a Venezuela, marcando el restablecimiento de los vuelos de deportaciones suspendidos hace un mes en medio de la crisis migratoria desatada por Donald Trump.
Venezuela anunció el sábado la reanudación de vuelos con deportados desde Estados Unidos, suspendidos hace un mes mientras ambos gobiernos se señalan mutuamente de boicotear un acuerdo de deportaciones alcanzado en enero. «Hoy estamos recibiendo 199 compatriotas», dijo el ministro de Interior, Diosdado Cabello, en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas.
El funcionario recordó que es el cuarto vuelo con venezolanos deportados desde Estados Unidos, los dos primeros salieron desde El Paso, Texas, el pasado 10 de febrero, luego le siguió otro con 177 migrantes que habían sido recluidos en la cárcel de Guantánamo, Cuba, y posteriormente repatriados vía Honduras.
«Se reanudan los vuelos», indicó Cabello. «Los viajes han tenido poca regularidad, no por culpa de Venezuela, nosotros estamos listos para recibir a los venezolanos estén donde estén», aseguró. La llegada de este grupo ocurre una semana después de la deportación de 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, un hecho que el presidente Nicolás Maduro tachó de secuestro.
El ritmo de deportaciones, acordadas tras la visita a Caracas el pasado 31 de enero de Richard Grenell, enviado especial de Trump, ha sido cuestionado por el presidente estadounidense. Como represalia, revocó la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela.
Caracas, por su parte, denunció que el Departamento de Estado estadounidense estaba «bloqueando» los vuelos de repatriación. Venezuela y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en 2019, durante el primer gobierno de Trump, que impuso un embargo petrolero tras considerar fraudulenta la primera reelección de Maduro en mayo de 2018.
Washington tampoco reconoció la proclamación de Maduro para un tercer mandato tras las elecciones celebradas el 28 de julio de 2024. La oposición denunció fraude y reivindicó el triunfo del exembajador Edmundo González Urrutia, exiliado desde septiembre pasado.
Estados Unidos señala a los venezolanos llevados a El Salvador el 16 de marzo de pertenecer a la temible pandilla Tren de Aragua, surgida en Venezuela y declarada organización terrorista por Trump. Caracas denuncia una campaña de criminalización contra los migrantes.
Para las deportaciones de migrantes a El Salvador, Washington había invocado una ley de 1798 que permite la expulsión sin juicio de «enemigos extranjeros», que Caracas tilda de «anacrónica». Desde 2014 han salido casi 8 millones de venezolanos, asfixiados por la reducción de un 80% de la economía —que comenzó a revertirse en 2021— y una descomunal inflación que el gobierno venezolano atribuye a las sanciones estadounidenses.
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