El cohete chino Long March 5B regresó este domingo a la Tierra y se desintegró sobre el Océano Índico, cerca de las Islas Maldivas.
Un componente de grandes dimensiones de un cohete de la agencia espacial china egresó este domingo a la atmósfera terrestre sobre las Maldivas, en el Océano Índico. La mayoría ardió en el proceso, según informaron las autoridades de ese organismo.
“Un reingreso al océano siempre fue estadísticamente lo más probable. Parece que China ganó su apuesta (a menos que tengamos noticias de escombros en las Maldivas). Pero aun así fue imprudente”, escribió en Twitter el astrofísico de Harvard Jonathan McDowell, que rastreó el trozo de cohete que se desintegró sobre el Océano Índico.
Usuarios de medios sociales reportaron avistamientos del cohete desde Jordania, Omán u Arabia Saudí. Decenas de personas compartieron imágenes de los restos cayendo mientras amanecía en Oriente Medio.
Por lo general, las fases de cohete que se desprenden en el proceso de lanzamiento vuelven a la atmósfera poco después caer normalmente sobre el agua, y no llegan a entrar sin control en órbita
La agencia oficial china de noticias Xinhua aclaró este domingo el reingreso a Tierra había ocurrido a las 10:24 de la mañana, hora de Beijing. «La gran mayoría de los elementos ardieron hasta volverse irreconocibles durante el progreso de reentrada”, aseguró ese medio estatal.
Sin embargo, el senador estadounidense Bill Nelson, administrador de la NASA, emitió un comunicado en el que manifiesta que “está claro que China no está cumpliendo con los estándares de responsabilidad sobre su basura espacial”.
El propulsor, de unos 30 metros de largo, que se desintegró sobre el Océano Índico, fue uno de los restos de basura espacial más grandes en caer a la Tierra. El programa espacial chino, muy vinculado al Ejército, no ha aclarado por qué envió al espacio el componente principal del cohete en lugar de permitir que cayera de nuevo a Tierra poco después de separarse de su cargamento, como suele hacerse en operaciones de esa clase.
El cohete Long March 5B puso en órbita el 29 de abril el módulo principal de la Tianhe, o Armonía Celestial, la primera estación espacial permanente de China. Beijing tiene previsto hacer 10 lanzamientos más para poner en órbita nuevos componentes de su estación espacial.
El pasado mayo cayó a tierra un cohete de 18 toneladas, el fragmento de nave más grande en caer descontrolado desde la antigua estación espacial soviética Salyut 7 en 1991. La primera estación espacial china, Tiangong-1, se estrelló en 2016 en el Océano Pacífico después de que Beijing confirmara que había perdido el control del puesto. La agencia espacial controló en 2019 la demolición en atmósfera de su segunda estación, Tiangong-2.
En marzo, los restos de un cohete Falcon 9 lanzado por la compañía aeronáutica estadounidense Space X cayeron sobre Washington y la costa de Oregon.
China fue muy criticada en enero de 2007 por destruir con un misil un satélite meteorológico ya fuera de servicio, lo que creó una gran cantidad de basura espacial que puso en peligro a otros satélites y naves espaciales.
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