23 noviembre, 2024

Un estudio reveló el fuerte impacto que tuvo el cambio climático en las devastadoras inundaciones en Brasil

Cómo influyeron el fenómeno de El Niño y las fallas de infraestructura en la tragedia.

Las lluvias extremas que causaron devastadoras inundaciones en el sur de Brasil, entre fines de abril y principios de mayo, fueron dos veces más probables debido al cambio climático. Lo afirmó un estudio realizado por un equipo internacional de científicos del clima del World Weather Attribution.

Las fuertes lluvias también se intensificaron por el fenómeno de El Niño, mientras que los fallos en la infraestructura de protección contra inundaciones agravaron su impacto en el estado de Río Grande do Sul, el más afectado por la tragedia.

Las autoridades afirmaron que más de 170 personas murieron durante las trágicas inundaciones que enlutaron al país y dejaron bajo el agua a vastas zonas del estado, incluida la capital, Porto Alegre.

“El cambio climático está amplificando el impacto de El Niño en el sur de Brasil al generar un evento extremadamente raro, más frecuente e intenso”, dijo Regina Rodríguez, investigadora de la Universidad Federal de Santa Catarina, una de las participantes en el estudio.

Qué dice el estudio del World Weather Attribution

Según el estudio, “el evento de fuertes lluvias fue extremadamente raro y se espera que ocurra solo una vez cada 100-250 años”.

“Pero sin el efecto de la quema de combustibles fósiles, sería aún más raro. Combinando observaciones meteorológicas con resultados de modelos climáticos, los investigadores estimaron que el cambio climático hizo que el evento fuera más del doble de probable y alrededor de un 6-9% más intenso”, afirmó.

“A medida que aumente el calentamiento, estos fenómenos serán más frecuentes y destructivos. El análisis muestra que si el mundo continúa quemando combustibles fósiles y las temperaturas globales aumentan 2ºC en comparación con la época preindustrial, lo que se espera que suceda dentro de 20 a 30 años a menos que las emisiones se detengan rápidamente, lluvias similares serán dos veces más probables que en la actualidad”, afirmó.

“El estudio confirma que las actividades humanas contribuyeron a una mayor intensidad y frecuentes eventos extremos, lo que pone de relieve la vulnerabilidad del país al cambio climático. Es esencial que los tomadores de decisiones y la sociedad reconozcan esta nueva normalidad”, advirtió Lincoln Alves, otro de los autores del estudio.

Cómo impactó el fenómeno de El Niño en las inundaciones en el sur de Brasil

Pero, además, el reporte señaló el rol que tuvo el fenómeno de El Niño en la tragedia. “Los investigadores confirmaron que El Niño jugó un papel en el evento similar al que jugó al cambio climático”, indicó.

Según el estudio, El Niño aumentó la probabilidad del evento en un factor de 2-5 e hizo que las precipitaciones fueran entre un 3 y un 10% más intensas.

El análisis también concluyó que gran parte del daño fue causado por la falla de sistemas de infraestructura que no pudieron contener las precipitaciones acumuladas. La deforestación y la rápida urbanización de ciudades como Porto Alegre también contribuyeron a aumentar el impacto, siempre de acuerdo a la investigación.

“Lo aterrador de estas inundaciones es que nos muestran que el mundo necesita ser preparado para eventos tan extremos que no se parecen a nada que hayamos visto antes. El cambio climático está haciendo que eventos que alguna vez fueron raros sean hoy mucho más frecuentes”, dijo Maja Vahlberg, consultor del Red Cross Red Crescent Climate Centre, coautor del estudio.

Según afirmó, “implementar políticas que hagan a las personas menos vulnerables, aumentar la protección contra inundaciones y la restauración de ecosistemas naturales para amortiguar el impacto de las fuertes lluvias son algunas formas en que los gobiernos pueden evitar las muertes humanas y limitar los daños causados por estos eventos”.

El estudio fue realizado por 13 investigadores como parte del grupo World Weather Attribution, incluidos científicos de universidades, organizaciones de investigación y agencias meteorológicas de Brasil, Países Bajos, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.