Desde el 20 de agosto, los productos deberán tener una etiqueta que informe la cantidad de azucares, grasas y calorías.
Los envases de alimentos y bebidas deberán aparecer después del 20 de agosto en los supermercados con etiquetas octogonales, en las cuales se informe al consumidor sobre el exceso de azucares, grasas saturadas, grasas totales, calorías y sodio de acuerdo a la ley promulgada en noviembre del 2021.
Las pequeñas y medianas empresas tendrán una ventaja, dado que tienen un plazo mayor de tiempo para incorporar el etiquetado, que será hasta el 20 de febrero de 2023. Además, se informó que hubo 2.658 solicitudes de prórroga, de las cuales se aprobaron un 35%, en la implementación de estos sellos de advertencia.
Los principales rubros que se presentaron son golosinas, mermeladas, jaleas, dulces y confituras (21,62%); panificados y galletitas (15%); embutidos y conservas cárnicas (14,45%); lácteos (11,27%); bebidas analcohólicas (10,63%); frutas y verduras procesadas (7,39%).
También cereales y pastas (6,55%); salsas y aderezos (5,19%); postres y polvos para preparados (2,96%); snacks (2,16%); helados (1,09%); sopas y caldos (1,02%); café y té (0,67%).
La Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología (Anmat), implementó el Sistema de Declaración de Sellos y Advertencias Nutricionales que establece las gestiones, procedimientos, plazos y especificaciones respecto a la declaración jurada, las solicitudes de prórroga y la solicitud de casos especiales.
Con esta herramienta junto al Sistema de Información Federal para la Gestión del Control de los Alimentos (Sifega) se puede elaborar una «calculadora de sellos», un instrumento de acceso público y abierto que permite realizar los cálculos que indican cuáles son los productos cuyos nutrientes críticos son iguales o superiores a los límites definidos en la ley.
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