Serios incidentes se vivieron anoche en la puerta de la casa del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Empleados municipales enfrentados con la intendenta Inés Brizuela y Doria causaron desmanes y se enfrentaron a la Policía.
Serios incidentes y graves enfrentamientos se vivieron en la noche del lunes frente a la residencia del gobernador de la provincia de La Rioja, en el marco de un reclamo de empleados municipales que lleva varios días y que fue escalando cada vez con más violencia.
Los trabajadores le reclaman a la intendenta Inés Brizuela y Doria el pago de haberes atrasados pero la mandataria -referente radical- acusa de no recibir los fondos necesarios por parte del gobernador Ricardo Quintela, quien es justicialista. La jefa comunal acusó a la gestión provincial de negarle asistencia para el pago de salarios a los 2500 empleados que fueron pasados a planta permanente durante su gestión.
Es por eso que el foco del conflicto que, en las jornadas previas, incluido el fin de semana, estaba centrado en la sede municipal, el lunes se trasladó a la mismísima casa de Quintela.
Allí se llevaron pancartas y se instalaron los manifestantes quienes comenzaron por encender neumáticos y con el correr de las horas optaron por quemar uno de los portones de acceso y arrojar basura al interior de la propiedad.
Esto derivó en un enfrentamiento con la Policía local quien llegó para custodiar la residencia no sólo con el cuerpo de la montada sino también con el cuerpo de Adiestramiento Policial Especial, y en el desalojo se produjeron algunos enfrentamientos; en uno de ellos resultó herido el jefe de Bomberos mientras que otros dos efectivos debieron ser asistidos con lesiones leves.
Con el correr de las horas la situación fue controlada y la tensión bajó, aunque lejos se está de alcanzar una solución en lo que es un abierto enfrentamiento político que afecta el normal funcionamiento de los servicios. Brizuela y Doria había denunciado el domingo que un grupo de personas que responden al gobernador Quintela bloquearon «la salida de camiones y vehículos del parque automotor, e impedir la normal prestación del servicio esencial de recolección de residuos».
«La violencia institucional, la impunidad y el desamparo afectan a los 230.000 vecinos de la Ciudad de todos los Santos», señaló en referencia a la capital riojana la intendenta, quien encontró a través de una vía alternativa la forma de realizar la recolección de residuos.
A raíz de esto la funcionaria encontró respaldo de diversos dirigentes de la Unión Cívica Radical y de Juntos por el Cambio, como el propio expresidente Mauricio Macri: «Una vez más el gobernador de La Rioja presionando a la intendenta Inés Brizuela y Doria con manejos mafiosos. Mi apoyo a la posición valiente que mantiene Inés. Hay que resistir a los matones y defender la democracia», escribió Macri en Twitter.
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