18 abril, 2024

Jujuy y Mendoza no adhieren al feriado nacional por el atentado a Cristina Kirchner

En sendos comunicados, los gobiernos de las dos provincias informaron que no se plegarán a la medida anunciada por el presidente Alberto Fernández en cadena nacional, luego del ataque que sufrió la vicepresidenta

Los gobiernos de Jujuy y Mendoza comunicaron en la madrugada del viernes 2 de septiembre que sus administraciones no se plegarán al feriado nacional que anunció el presidente Alberto Fernández por cadena nacional y que deriva del atentado que sufrió, horas antes, en la puerta de su domicilio la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A través de sus redes sociales, la conducción de las dos provincias, que están gobernadas por Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza), ambos dirigentes de la Unión Cívica Radical, informaron que desistían de adherir a la convocatoria del Poder Ejecutivo Nacional.

En el caso de Mendoza, el sitio oficial del gobierno de la provincia cuyana brindó los argumentos. En efecto, el texto publicado indica que la medida genera “incertidumbre” por “la hora y la forma” en que fue informada por el presidente Fernández. Asimismo, remarcaba que, hasta ese momento – alrededor de las 2 de la madrugada del 2 de septiembre – “no mediaba norma legal que así lo disponga”, refiriéndose a que, hasta esa hora, el gobierno no había publicado el decreto en el Boletín Oficial para ratificar el feriado.

“Hoy se debe trabajar con normalidad, que es la mejor forma de repudio a cualquier expresión de violencia y adhesión a la paz social”, ampliaba el escrito en la web oficial mendocina, reiterando que se volvía a repudiar “el hecho gravísimo producido ayer”.

En el caso de Jujuy, la comunicación de la disidencia con lo dispuesto por el gobierno nacional fue más escueta. A través de su cuenta oficial de Facebook, el gobierno que comanda Gerardo Morales daba a conocer que “este viernes 2 de septiembre la actividad escolar y administrativa será normal”.

La conmoción que generó el ataque motivó el repudio de prácticamente todo el arco político de la Argentina. En la oposición, los gobernadores Gerardo Morales y Rodolfo Suárez expresaron su solidaridad con CFK y el rechazo a los actos de violencia. Horas después, sus gobiernos comunicaron que se diferenciaban del gesto impulsado por el presidente Alberto Fernández y terminaron rechazando la convocatoria y el feriado nacional.