Un enfrentamiento entre policías y civiles se desató alrededor de las 20, después de que Bomberos y personal de la Policía de Infantería intentaran sacar a individuos que habían ingresado por la fuerza al Obelisco.
El festejo masivo por la Copa del Mundo se desvirtuó en las últimas horas por una cadena de violentos enfrentamientos que mantuvieron algunos hinchas con el personal de seguridad (reforzado por Bomberos) que arribó al Obelisco para desalojar a los simpatizantes eufóricos que se encontraban en su interior.
Los incidentes comenzaron cerca de las 20.30 en la Plaza de la República, cuando la mayoría de las millones de personas que salieron este martes a la calle ya se había desconcentrado. El pico de tensión se produjo cuando los seguidores de la Selección se resistieron al desalojo y comenzaron a arrojar botellas y piedras a las fuerzas policiales.
Como resultado de los incidentes, 21 agentes de la Policía y de Bomberos resultaron heridos.
El descontrol llegó a su máxima expresión cuando se vio la imagen de un hincha en la cima del Obelisco, mientras agitaba los brazos, vitoreaba y se tomaba una selfie ante la multitud que observaba atenta la escena.
En las imágenes que quedaron grabadas se aprecia que el individuo no dispone de ningún soporte firme y seguro de donde agarrarse, lo que representó una escalofriante postal de la desmesura y el caos social.
Si bien el sujeto asumió un protagonismo casi excluyente, fueron varios los fans que lo imitaron y lograron ingresar al emblemático monumento para mostrarse en las alturas, sin tomar dimensión del enorme peligro implicado.
El operativo de seguridad se vio desbordado por la afluencia de al menos 4 millones de fanáticos que coparon las calles y avenidas de la ciudad, en el marco de una celebración que terminó opacada por escenas violentas y preocupantes.
Por el momento, se reportó un total de 64 personas heridas que fueron trasladadas a centros de salud porteños y 14 detenciones a causa de los disturbios, mientras algunos fanáticos emprendían al viaje de regreso a sus respectivos hogares.
Fuentes de la Policía porteña advirtieron que la línea 911 habría recibido 795 llamados por asistencias médicas y ciudadanos extraviados. Estos últimos lograron reencontrarse con familiares o allegados en el Centro de Monitoreo Urbano situado en Diagonal Norte y Cerrito
Actos de vandalismo
A partir de las 20, los festejos terminaron en una secuencia de corridas y forcejeos que desencadenaron destrozos en la vía pública. A través de las redes se conoció un video donde un grupo de personas se metió en la sucursal de un banco, rompió el cajero automático y se lo llevó en una camioneta.
Rompieron «con una maza» la puerta del Obelisco, dijo el ministro de seguridad porteño
El ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro, se refirió a los desafortunados incidentes en declaraciones a Radio Continental:
«Desde las 5 de la mañana estamos trabajando para que la gente se baje de donde se trepan», expuso el funcionario. «Se treparon hasta en la pérgola del Colón. Las fuerzas de seguridad en forma conjunta van a trabajar, pero tenemos que apelar a la responsabilidad», remarcó D´Alessandro en el marco de un complejo operativo que se vio desbordado por el volumen hinchas.
«Las fuerzas de Seguridad están yendo a bajar a los que están trepados en el Obelisco. Fueron con una maza a romper la puerta del Obelisco para subir. Esos violentos no representan la fiesta de la gente», observó el ministro.
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