Representantes de la industria bélica china se reunieron con Taiana para tratar la eventual compra de nuevas unidades. Más peso chino en minería
El comercio y la geopolítica siguen consolidándose como ejes de la estrategia de China en la Argentina. A la par de intensificar sus movimientos para garantizarse la concreción de proyectos clave como la central nuclear de Atucha III, el gigante asiático ahora aceleró tratativas para hacer de nuestro país un cliente militar de relevancia. En ese sentido, representantes de la industria armamentística china mantuvieron reuniones con Jorge Taiana, titular de la cartera de Defensa, para cerrar la venta de una flota de aviones de combate JF-17 Thunder para la Fuerza Aérea y un lote de vehículos blindados 8×8 destinados al aparato del Ejército Argentino.
El funcionario concretó el encuentro con una comitiva de la Administración Estatal para la Ciencia, la Tecnología y la Industria de la Defensa Nacional de China (SASTIND) en el edificio Libertador durante la jornada del lunes, según fuentes oficiales.
Es sabido que Defensa busca un reemplazo urgente de unidades para la Fuerza Aérea tras la salida de funciones del sistema de armas Mirage y el envejecimiento de los A-4AR Fightinghawk. Hoy por hoy, buena parte de la cobertura aérea corre por cuenta de las versiones II y III del IA-63 Pampa, aeronave creada para cumplir funciones de entrenador avanzado.
La eventual compra de 12 aviones FJ-17 que evalúa la Argentina podría sumar tensiones con Estados Unidos, que en los últimos meses volvió a la carga con su intento de imponer el F-16 en la Fuerza Aérea doméstica, aunque un aspecto juega en contra de esa posibilidad: dichas unidades integran asientos eyectables del fabricante británico Martin-Baker.
El Reino Unido mantiene un embargo militar sobre Argentina desde los tiempos de la guerra en Malvinas. Por ende, los F-16 nunca llegarían por integrar este componente clave realizado con tecnología británica. Por el momento, Estados Unidos no ha acercado una alternativa para sortear el obstáculo, pero sí ha manifestado su oposición a la compra de equipamiento militar chino.
El litio, obsesión china
En simultáneo a esta negociación, la potencia oriental dio nuevos pasos para agigantar su presencia en el ámbito de la extracción de mineral de litio. Esta semana, el grupo Zijin Mining anticipó una inversión de 700 millones de dólares para ampliar la capacidad de «Tres Quebradas», un proyecto minero que se está construyendo en la provincia de Catamarca.
Si bien la intención inicial de la corporación era generar 20.000 toneladas de carbonato de litio apto para ser integrado en baterías, la decisión de la firma es ampliar esa capacidad hasta alcanzar las 60.000 toneladas.
«Un solo proyecto como el que estamos hablando generaría para el país 2.000 millones de dólares en exportaciones, equivalente aproximadamente al 3 por ciento de las exportaciones totales nacionales. Si el precio del litio retoma su tendencia alcista, un solo proyecto de litio en una provincia podría explicar hasta el 5 por ciento de las exportaciones totales del país», se entusiasmó Sabino Vaca Narvaja, embajador argentino en China, al referirse a «Tres Quebradas».
Junto a Japón, China es el principal destino de exportación del mineral que hoy se extrae en la Puna. Según la Secretaría de Minería, los mencionados China y Japón, sumados a Corea del Sur y Estados Unidos, concentran el 94 por ciento de las ventas de litio que se realizan desde la Argentina.
China también viene por alimentos
En su afán por garantizarse alimentos, en marzo pasado China notificó que levantó la suspensión de 31 establecimientos pesqueros argentinos que habían suspendidos por la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC) por casos relacionados con COVID-19.
En 2022, Argentina exportó a China productos de la pesca por un valor total de 223,5 millones de dólares, un 23 por ciento más que el año anterior.
Ese país es el segundo destino comercial detrás de la Unión Europea. A nivel global, China es el segundo importador mundial de productos de la pesca, con más de 13.000 millones de dólares anuales
Desde esta forma, el gigante asiático volverá a hacerse con un caudal importante de productos marinos. A ese volumen formal resta añadir el calamar que China ya se asegura a través de su polémica flota de pesca ilegal, hoy aglomerada al borde de la zona económica exclusiva de la Argentina en el Atlántico Sur.
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