Luego de la entrevista que brindó Máximo Thomsen, otro de los condenados por el crimen se refirió al hecho a través de una carta. “Yo sé que no maté a Fernando”, dijo.
Poco después de la entrevista televisiva que brindó Máximo Thomsen para hablar del crimen de Fernando Báez Sosa, Matías Benicelli, otros de los condenados por el hecho, rompió el silencio para referirse al hecho.
El rugbier publicó una carta a modo de descargo que fue divulgada públicamente por su abogado defensor Carlos Attias.
Aseguró que “estuvo en el lugar y momento equivocado” y pidió perdón en nombre de quienes sí lo mataron. A fines de abril, su padre, Eduardo, había dado una entrevista televisiva. “Llorando me dijo: ‘Papá, yo no lo maté’. Y le creo”, contó.
Benicelli, que fue considerado por los jueces como coautor de homicidio doblemente agravado por alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas del joven estudiante de abogacía, comenzó la carta que fue dirigida al programa Alerta 247, que se emite por A24, haciendo mención a su familia y sus días en la cárcel.
“Tengo una hermana mayor que es preciosa y un hermano menor de 17 años a quienes quiero y extraño cada día, una mamá amorosa y un padre que es mi ejemplo de trabajo, de esfuerzo y de dignidad de vida. Con ellos aprendí el valor de la familia, a creer en Dios y a sostener valores que hoy, más que nunca, me sostienen en la prisión en la que estoy”, comienza el texto.
Y agregó en su misiva: “Nunca fui parte de un pelotón de fusilamiento que a patadas sesgó la vida de Fernando. Ni fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas. Estuve en el lugar y momento equivocado porque fui de vacaciones a Villa Gesell con un grupo de 9 personas”.
Benicelli no hizo mención explícita a ninguno de sus compañeros. De todos modos, al momento de referirse al crimen, apuntó contra el resto de los condenados de haber causado la muerte de Báez Sosa.
“Y las causas que no justifico y los actos de algunos que nunca terminé de entender, terminaron absurdamente con una vida de un adolescente de 20 años. La misma edad que yo tenía. Por eso entiendo a los jueces que me condenaron y, sobre todo, comprendo y justifico a los padres de Fernando. Porque ellos creen que todos los que estuvimos aquella noche fuimos sus asesinos”, remarcó el condenado.
En este sentido, pidió que Fernando sea recordado como un mártir y que la violencia sea erradicada. Por su parte, aseguró que él no causó su fallecimiento, pero le ofreció disculpas a la familia de la víctima.
“Me resta la esperanza de que la misericordia de Dios, nos devuelva la paz e imparta una justicia donde los hombres no alcanzan. Y que la muerte de Fernando sea recordada como la de un mártir, que ofrendó todo cuanto tenía, su vida, para que la violencia sea erradicada para siempre de todos los lugares públicos y privados donde se reúnen los jóvenes para festejar la vida y no para invocar la muerte”, apuntó Benicelli.
Y cerró: “Pedir perdón parece una hipocresía cuando no sale directo desde del corazón. San Francisco decía, ‘es preciso amar para ser amado, perdonar, para ser perdonado’. Yo sé que no maté a Fernando, pero pido perdón de todo corazón en nombre de todos los que causaron su trágica desaparición. Mi solidaridad y mi amor está con los padres de Fernando, como está también con mi familia”.
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