María Zapata y Matías Poberezny eran buscados desde julio. Habían huido con 360 mil pesos donados por gente que creyó que ella tenía cáncer y quiso ayudarla.
María Leticia Zapata (30) y su novio Matías Leonardo Poberezny (29), sobre quienes había un pedido de captura de Interpol, fueron detenidos en Cochabamba, Bolivia y serán extraditados (o expulsados) a la Argentina.
¿De qué se los acusa? De haber estafado a decenas de personas, principalmente de la provincia de Misiones, que les donaron dinero para un supuesto tratamiento de cáncer al que ella debía someterse pero que resultó ser mentira, y que les permitió hacerse de unos 360 mil pesos.
La pareja estaba prófuga desde julio pasado, cuando la Justicia de Misiones había emitido de un pedido de captura, más precisamente el Juzgado de Instrucción Nº7 de Posadas a cargo de Miguel Mattos en la causa que se les sigue por «estafa y falsificación de documentos».
Ambos son de Buenos Aires, pero residían en el barrio Villa Sarita, de Posadas donde montaron la estafa, falsificando la firma de la oncóloga Paola Flores, quien se desempeña en el Instituto Misionero del Cáncer y fue quien los denunció penalmente; Zapata habría firmado como ella en recetas y documentos que exhibía en el marco de una «campaña solidaria» para someterse a un «tratamiento experimental» en el Hospital Alemán de Buenos Aires.
El Hospital Alemán también denunció como falsa la cuenta en la que presuntamente se transferirían los fondos, y la Dirección Cibercrimen de la policía de Misiones recibió -al menos- otras tres denuncias de donantes estafados en su buena fe. Incluso uno de los denunciantes dijo haber pagado un pasaje para un turno médico de Zapata.
¿Cómo se dio con su paradero?
Al parecer, Zapata y Poberezny estaban trabajando como limpiavidrios en las calles de La Chimba pero se ganaron la confianza de un hombre que les dio un trabajo. Cuando les solicitó los pasaportes para registrarlos, esta persona realizó una búsqueda en internet y se enteró de su situación judicial, por lo que dio aviso a la Policía local.
A raíz de esto, desde el viernes había una alerta roja de Interpol por lo cual se produjo su detención; ahora se corroborará cómo fue que ingresaron al país vecino y se definirá si se los expulsa o extradita, según corresponda.
El juez Mattos recogió pruebas suficientes (transferencias bancarias y a través de Mercado Pago) para avanzar en un juicio por el delito de estafa, el cual está previsto en el artículo 172 del Código Penal, y que contempla en principio penas de un mes a 6 años de prisión, aunque pueden existir agravantes en la condena.
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