24 noviembre, 2024

El crimen de la periodista: encontraron manchas de sangre y crece la sospecha de un hilo rojo mafioso

Griselda Blanco fue asesinada en mayo, en Corrientes. Su entorno cuestiona a la fiscalía por “retacear pruebas” e insiste con el cambio de carátula: “¿Qué quieren tapar? ¿Por qué no se puede hacer una investigación limpia?”.

Un crimen, un sospechoso detenido y muchos enigmas sin resolver. Griselda Blanco (45) fue asesinada el 20 de mayo en su casa de Curuzú Cuatiá -Corrientes-, y la familia denuncia irregularidades en la investigación.

“Ya no sabemos en quién confiar. Es muy turbio todo”, comenta Fabián Cesani, hijo de la víctima, en conversación con TN. Sus sospechas -dice- tienen que ver con el accionar de la fiscalía a cargo. “Nos niegan información que nos permitiría dar en la tecla y saber toda la verdad sobre quién mató a mi mamá. No sabemos por qué lo hacen”, acusa.

Hasta el momento, el único acusado por el crimen es Darío Holzweissig (46), un empresario de la noche con quien la víctima mantenía una relación, y que está cercado por un manojo de pruebas que lo incriminan. En las últimas horas, surgió una nueva prueba que lo incrimina: el hallazgo de restos de sangre humana en su casa.

“No descartamos que al acusado lo hayan mandado a matarla”

Sin embargo, el entorno de Griselda cree que los márgenes de la investigación son más amplios. Sospechan que el crimen está atado a su rol como periodista, a su estilo basado en la denuncia y a la información que revelaba en sus transmisiones.

Su canal en Facebook -Griselda Blanco Noticias- tenía casi 6000 seguidores y era muy comentado en la ciudad. En su último posteo, el mismo día que la mataron, la periodista denunció la muerte de una joven por presunta mala praxis en el hospital civil de Curuzú Cuatiá. El día anterior había hecho su última transmisión y venía denunciando amenazas.

“Mi mamá tenía problemas con la Policía, con el hospital y con otra gente poderosa. Ella informaba sobre abusos, robos. Decía cosas que nadie se animaba a decir y la querían ver callada. Tenía gente que la odiaba”, precisa Fabián, dueño de una historia de superación que se viralizó hace unos meses y fue dada a conocer por TN.

La familia intuye también que Holzweissig, en caso de ser culpable, no actuó solo y que hay otras personas implicadas en el hecho. “Griselda no tenía miedo y se expuso. Creemos que hay mucha más gente metida en esto, y no descartamos que a esta persona (el acusado) lo hayan mandado a hacer lo que hizo”, evalúa Andrea Tribbia, abogada de la querella, y cuestiona a la fiscalía a cargo de María José Barrero Sahagún: “¿Qué están queriendo tapar? ¿Por qué no se puede llevar una investigación limpia?”.

“Un policía eliminó el contenido de una cámara”

Tribbia sostiene que los responsables de la investigación “retacean pruebas”. “Un policía eliminó el contenido de una cámara pegada a la casa de Griselda porque a él le pareció que no había nada relevante”, asegura, y sigue: “Hay otra cámara que muestra a un hombre dirigiéndose a lo de Griselda. Se podía ver si entró o no a la casa, y tampoco la tenemos”.

Los cuestionamientos van más allá: “No nos dan el contenido del celular de Griselda ni del imputado. Para nosotros es información que puede ser esencial para conocer más, por ejemplo, sobre las conexiones de este hombre. Nosotros tenemos la sospecha de que (Holzweissig) actuó con alguien más”.

En la misma línea, profundiza: “No tenemos la autopsia. Pedimos informes sobre un buzo ensangrentado y no recibimos respuesta. También consultamos sobre un análisis de sangre y de contenido gástrico -para saber si la drogaron-. Pedimos el informe sobre los hisopados nasales, bucales, vaginales. No tenemos nada”.

Según Tribbia, “los elementos probatorios son suficientes” para que Holzweissig sea condenado, pero que los informes resultan necesarios para pedir el cambio de carátula de homicidio simple a femicidio agravado por alevosía, cuya única pena en expectativa es la prisión perpetua.

“El acusado se empezó a acercar a Griselda en diciembre”

Blanco apareció estrangulada en su casa. Si bien en primera instancia se barajó la hipótesis del suicidio, la autopsia reveló que tenía una herida punzante en el cuello y un fuerte golpe en la cabeza.

Además, en una de sus manos encontraron cabellos de quien sería su atacante: se cree que la víctima intentó defenderse de su asesino.

“Al principio (el caso) se vio con perspectiva de género y se empezó a acusar a un inocente (por Armando Jara, expareja de la víctima y quien estuvo cuatro días detenido)”, apunta Tribbia, y agrega: “Ahora ya no hay perspectiva de género y resulta que para la fiscal esto es un homicidio simple. Ahí vamos mal”.

Holzweissig y Blanco primero tuvieron un vínculo comercial: él pautaba en la radio donde trabajaba la víctima. Luego, a través del análisis de las comunicaciones entre ellos, los investigadores concluyeron que la relación también era sentimental.

“Él se empezó a acercar a ella en diciembre”, precisa Tribbia, y asegura que el imputado pactó el encuentro que derivó en el crimen. “A las 10.53, cuando ella estaba transmitiendo en vivo, él le manda un mensaje y ella sonríe”, menciona.

La defensa de Holzweissig hizo un pedido ante la fiscal para que el caso sea tratado en un juicio abreviado y, eventualmente, beneficiarse con una condena menor: para acceder a esa instancia, que finalmente fue bloqueada por la querella, debía declararse como autor material del crimen. “Al hacer ese pedido, él ya cantó”, concluyó la letrada.

Fuente: TN