24 noviembre, 2024

El padre de los hermanos Pertossi dijo que sus hijos «no son asesinos»

Mauro Pertossi, papá de Ciro y Luciano, dos de los rugbiers implicados en el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa declaró y dijo que lo que vive «es una desgracia».

Mauro Pertossi, el padre de Ciro y Luciano Pertossi, dos de los jóvenes implicados en el crimen de Fernando Báez Sosa, declaró este martes en el marco del juicio del crimen de Fernando Báez Sosa y aseguró que sus hijos «no son asesinos».

«Mis hijos no son asesinos, son chicos, son adolescentes, son vagos como le decimos, pero no puedo creer por lo que se les está acusando», dijo Pertossi en la duodécima audiencia llevada a cabo en los Tribunales de Dolores en la que fue advertido que podía abstenerse de declarar en contra de sus hijos. El hombre aclaró que además es tío de Lucas Pertossi y padrino de Blas Cinalli.

Pertossi contó que, después del episodio ocurrido hace tres años, fue desvinculado de su trabajo en la empresa automotriz Toyota, donde trabajaba hacía 25 años. «Hemos pasado necesidades. No consigo trabajo y el sostén de mi familia es mi esposa. Las cosas no salen bien, he recibido amenazas, están hechas las denuncias», declaró.

«Es una desgracia. Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida, llega esto y no sé qué pensar. No puedo creer que estemos viviendo este momento», cerró. La querella no le hizo preguntas al igual que tampoco la Fiscalía.

Mientras eso ocurría, se observó llorar a su hijo Ciro Pertossi, quien en el arranque de la jornada del martes pidió la palabra para manifestar que «no le pegó la patada» a Fernando Báez Sosa porque «cuando lo vio en el piso, freno».

Luego, le tocó el turno de declarar a Eduardo Benicelli, papá de Matías, quien también se quebró durante su declaración: «Nunca imagine pasar una situación así».

«Fueron tres años de mucho dolor, hay mucho dolor, no hay día que no me levante con insultos», expresó el hombre cuyo relato estuvo atravesado por el llanto y continuó: «Es un dolor terrible para todos y es terrible lo que se dice».