24 noviembre, 2024

La violencia no para en Rosario: acribillaron de nueve disparos a un hombre que estaba sentado en la vereda

El agresor iba en moto, frenó, disparó nueve veces y escapó hacia al oeste rosarino. La víctima recibió al menos cinco impactos de bala en su cuerpo. Hubo otro crimen en Villa Gobernador Gálvez y la cifra escala a más de 65 homicidios en los que va del año.

La violencia en Rosario no da tregua y este sábado no fue excepción. Dos crímenes más se sumaron a la lista que supera los 65 homicidios en lo que va del año y, en esta oportunidad, la modalidad de los ataques fue similar: las víctimas fueron acribilladas a balazos. Uno en el barrio Triángulo y otro en la localidad de Villa Gobernador Gálvez.

El primer episodio ocurrió en el barrio Triángulo de Rosario, donde un hombre que se encontraba sentando en la vereda de la casa de su pareja fue asesinado de al menos cinco disparos por una persona que se trasladaba en una moto a plena luz del día.

El hecho ocurrió después de las 17:00 en la calle Gaboto, cuando Pablo Andrés Monico, de 44 años, estaba en la casa de su pareja y decidieron salir a tomar mate a la vereda. Allí, llegó una persona en moto y, sin mediar palabras, comenzó a disparar. Según testigos, se escucharon al menos nueve detonaciones de las cuales cinco impactaron en el cuerpo de la víctima.

Automáticamente los vecinos llamaron a la ambulancia, pero cuando el personal del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) arribó a la escena, el hombre ya había muerto. Los investigadores encontraron en el lugar vainas servidas calibre 9 milímetros y cuatro esquirlas.

De acuerdo al testimonio que brindaron los vecinos, el atacante viajaba con casco en una moto que llevaba detrás una caja de delivery y cuando frenó “parecía que buscaba una dirección”. Por ese motivo, el ataque fue sorpresivo para todos. Luego de la balacera, el agresor escapó a bordo de su moto 110 en dirección al oeste rosarino.

En este sentido, un conocido de la víctima relató a los policías: “A la vuelta (de la casa donde mataron a Mónico) había un transero, pero este muchacho ni siquiera era de acá. Lo conozco hace un tiempo a este hombre y no tenía nada que ver con nada. Para mí se confundieron de dirección o de persona”.

La causa quedó a cargo de la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Marisol Fabbro, y del personal del Gabinete de Criminalística junto al de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).