23 noviembre, 2024

Los detalles de la denuncia contra Marley por corrupción de menores: “Me hacía sentir culpable por negarme”

Adrián Alfredo Molina acusó al conductor de haberle dado drogas y ejercer coerción para tener relaciones sexuales cuando tenía 17 años

El conductor televisivo Alejandro Wiebe, conocido popularmente con Marley, fue denunciado este martes por el delito de corrupción de menores por parte de Adrián Alfredo Molina, un hombre de 44 años, que lo acusó de haberle dado drogas y ejercer coerción contra él, para tener relaciones sexuales cuando tenía 17 años.

PERFIL accedió a la presentación en la que el denunciante explica: «Él me decía que quería tener relaciones sexuales conmigo y que no le debía contar nada a nadie. Yo era un adolescente muy introvertido, tímido, que tenía solo una amiga a quien conté estas confidencias». También menciona que fue “manipulado” y, en su “inmadurez”, accedió a mantener una relación sexual con el conductor, una relación que duró tres años.

“Durante todo ese tiempo me distancié de familia y amigos, cambié de carrera y asumí el rol de su protector, pero en realidad fue él quien tomó ventaja de mí e influyó en mi anormal desarrollo psicosexual”. “En varias ocasiones proponía juegos sexuales, con la utilización de juguetes y me obligó a ingerir ciertas drogas, vendando mis ojos, entre otras perversiones”, denunció Molina.

En cuanto al consumo, reconstruyó: «Yo nunca había usado drogas. En una ocasión en la planta alta de su casa, Alejandro Wiebe colocó en mi nariz una sustancia ilegal que se Ilama poppers. La sustancia ingresó a mis fosas nasales, me hizo hervir la cabeza, la nariz, la garganta, los ojos, esto pasó mientras el intentaba convencerme de tener sexo en la bañera/jacuzzi. Me sentí tan mal que me descompuse, y mareado perdí el equilibrio y la conciencia. Lo único que recuerdo antes de perder conciencia es él tratando de levantar mi cuerpo de la bañera y luego recuerdo estar en su cama».

El denunciante desarrolló en profundidad las preferencias sexuales del mediático y mencionó que “buscaba mostrarse en relaciones heterosexuales con personas del ambiente” y que “tenía obsesión por tener hijos, quería buscar una relación con una mujer para que le diera hijos”. “A cambio de mi silencio y complacencia me regalaba entradas para conciertos y eventos del espectáculo, pero siempre me hacía sentir culpable con su manipulación y destrato”, aseguró.

Tras detallar un acto sexual, Molina reveló: «Ahí ya comprendí que estaba haciendo algo que no quería y forzado. Me sentí usado, sucio por todo lo que él me hacía y me obligaba a hacer». «Su abuso y sometimiento me llevo a la decisión de irme del país, radicándome en la ciudad de Miami, en los Estados Unidos de Norteamérica. Mi idea era alejarme de una relación totalmente tóxica e incompresible, que no era normal, ello me llevo mucho tiempo comprender», añadió.

«Le dije que no soportaba más, ya que era una relación abusiva emocionalmente, en ese momento me dolía más quedarme que irme lejos, ya que no veía la corrupción que pesaba sobre mí, sino el dolor de no ser reconocido en la relación que teníamos. Él me consiguió un boleto de avión para irme a vivir a Estados Unidos, a cambio de que nunca cuenta esto que me hizo, aunque aparecía cada tanto mandándome mensajes, como ser en mis cumpleaños», comentó.

«Si él me hubiera pedido, yo me quedaba, pero eso no sucedió, él quería que yo me vaya porque ya había cumplido el ciclo de ser su juguete y era una forma de preservarse que yo esté lejos. Si bien yo me fui lejos, Marley viajaba cada tanto a Miami, donde nos veíamos y nos frecuentábamos con una suerte de amigos con derecho. Yo ahí ya era mayor de edad. Todo siguió igual, yo no podía ver ni darme cuenta de lo que hacía sobre mí, de sus abusos, sus corrupciones, ya que tardé muchos años en darme cuenta de lo que era una relación, de lo que era un encuentro sexual normal, cosa que con él nunca tuve», expuso.

Molina estableció que, una vez instalado en Miami, fue diagnosticado con depresión clínica, lo que atribuye a su experiencia junto al mediático. «Aún sigo afectado por esta depresión y tengo síntomas de estrés post traumático severo, lo que es común en víctimas de abuso, sufriendo de consecuencias psicológicas por la conducta aquí denunciada», informó.

También declaró que «luego de algún tiempo comencé a trabajar en los Estados Unidos ayudando a víctimas de abuso sexual, víctimas de tráfico sexual, niños y personas afectadas con el trauma, personas en hospitales internadas por esas patologías. Me sentía muy identificado con ellos. Luego de muchos años de terapia pude entender por qué».

«Cuando se hizo público el año pasado que una persona denunció a Alejandro Wiebe u Marley como se lo conoce públicamente, se me cayó el mundo encima, todo este trauma y emociones volvió a invadirme y ya siendo un hombre grande dedicado a ayudar a personas afectadas por el trauma, entendí que era mi responsabilidad evitar que esto ocurra a otras personas, es por eso que hoy concurro a realizar esta denuncia», puntualizó.

El denunciante reveló que sufrió grooming

Molina relató cómo inició el vínculo con Marley, en un caso típico de grooming. «A mediados de la década del 90, mi padre adquirió una computadora la cual me introdujo al mundo de la navegación en las páginas web. En esas cosas, a principios del año 96 —con 17 años de edad— conocí a una persona que se identificó con un alias, el cual utilizaba el correo electrónico lordbyronxxx27@hotmail.com, ocultando su verdadera identidad, manifestando que se parecía al actor Hugh Grant, con lo cual por un par de meses tuve comunicación solo por esa vía, comenzando con una relación de carácter amistosa donde me interrogaba por mi vida, mis cosas, le comentaba sobre mi familia, entre muchas otras, a quien llegué a confiar cosas que nadie sabía».

En la denuncia, continuó: «Para ese momento no tenía definida mi orientación sexual. Esta persona es casi diez años mayor que yo, quien por un tiempo logró mi amistad, me enviaba correos electrónicos diariamente, incluso en sus viajes al exterior. Esa comunicación a diario duró un par de meses, sin nunca habernos visto ni escucharnos la voz. En ese momento no se usaba intercambiar fotos».

«En una ocasión me dijo que se parecía al conductor televisivo Marley, generando la duda si era o no. Si bien no lo afirmó me había contado que trabajaba en una compañía de producción de espectáculos, ello fue después de un tiempo de comunicación y antes de conocernos. Al cabo de un tiempo me citó en una esquina de la zona de Palermo donde nos conocimos personalmente. Para ese entonces él ya se había transformado en un amigo, en alguien de confianza y la única persona que sabía todo de mi vida», indicó Molina.

«En esa ocasión me subí a su automóvil en el área de la avenida Libertador e inmediatamente me llevó por la autopista Panamericana a su casa de la zona norte del Gran Buenos Aires. Durante ese trayecto intentó agarrarme de la mano, lo cual rechacé. En ese primer encuentro en su casa trató de seducirme e intentó tener relaciones sexuales, pero me negué, lo cual me dio mucha vergüenza y culpa. Después de habernos conocido personalmente nos comunicábamos a diario por chat y me hacía sentir culpable porque lo había rechazado», contó el hombre. Y continuó: «Él me decía que quería tener relaciones sexuales conmigo y que no le debía contar nada a nadie».

Fuente: Perfil