Ramona Isabel Ramírez (58) es abogada y periodista rural. Ya había sido condenada por estafas como falsa inspectora de la AFIP en Corrientes.
Una abogada y periodista rural que el año pasado fue condenada por falsificar documentos para quedarse con una propiedad en Mercedes, Corrientes, ahora quedó detenida por cometer dos robos en la modalidad “viuda negra” en la capital provincial.
La Policía logró identificarla a partir de las imágenes de cámaras de seguridad, al igual que a los dos hombres que le ayudaban a saquear las viviendas.
Ramona Isabel Ramírez (58) había creado un perfil falso en Facebook y Tinder, desde donde contactaba a hombres mayores, para luego pactar una salida para afianzar el vínculo. Hasta ahora fueron dos las víctimas que realizaron la denuncia ante la Policía de Corrientes.
El primero de los casos ocurrió el 23 de mayo, cuando la mujer, que se hacía llamar «Roxana», acordó una salida con un hombre. El encuentro se produjo en la zona céntrica de la ciudad y, después de una amena charla, “Roxana” le propuso ir hasta la casa para preparar mate y continuar conociéndose.
El hombre, de 57 años, no sospechó nada y la llevó hasta su vivienda, en el barrio Cambá Cuá, donde quedó profundamente dormido después de tomar dos o tres mates.
El segundo golpe de la “viuda negra” fue reportado el sábado pasado. En esta ocasión, el encuentro fue en la zona de la Costanera Sur de la ciudad de Corrientes y nuevamente la excusa para ingresar a la casa y sedar a su víctima fue la preparación de la tradicional infusión.
Horas después, cuando el hombre despertó y descubrió el robo, acudió a sus vecinos y éstos alertaron al hijo.
La mujer y los dos hombres que la ayudaban a robar habían cargado las cosas en el Chevrolet Corsa que la víctima le había pedido prestado a un amigo para concretar la cita con “Roxana”.
El coche fue abandonado en el barrio Nuestra Señora de Pompeya, donde la Policía lo encontró recién el domingo a la noche.
Ese hallazgo sería clave porque a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona se pudo identificar a la “viuda negra” y sus cómplices cuando dejaban el coche, con el que habrían transportado todo lo robado.
La detención de la mujer y sus dos cómplices se concretó esta semana. Además, se secuestró un Renault Sandero que, se cree, era utilizado para seguir a las víctimas y aguardar en las inmediaciones el llamado para entrar a robar.
A los policías no les costó reconocerla. Es que la sospechosa ya había sido detenida en varias ocasiones. El año pasado, poco antes de ser condenada, había sido sorprendida cuando intentaba estafar a los puesteros de un centro comercial haciéndose pasar por inspectora de la AFIP.
La mujer se presentaba como funcionaria y a los que no tenían en regla la documentación les pedía una suma de dinero para iniciar los trámites y evitar el pago de multas.
Sin embargo, sus problemas con la Justicia comenzaron hace más de dos décadas. En 2003, Pompeya Gómez, la mamá del secuestrado estudiante Cristian Schaerer, denunció a Ramírez por haberle solicitado 10.000 pesos a cambio de información sobre su hijo. Le dijo que era enfermera y había cuidado a Cristian durante su cautiverio. Cuatro años después, la Justicia la absolvió del delito de «tentativa de estafa».
Ramírez, que incursionó en el periodismo agropecuario desde Mercedes, fue condenada a tres años de prisión en suspenso en octubre del año pasado. Además, se le impuso asistir a un concurso de ética profesional.
En esa ocasión, la Justicia dio por probado que confeccionó ilícitamente documentos públicos, utilizando para ellos sellos falsos e insertó falsas firmas de funcionarios del Poder Judicial, entre ellos ministros del Superior Tribunal de Justicia, para intentar quedarse con un campo de 35 hectáreas que estaban en sucesión.
Además, falsificó una documentación supuestamente pública expedida en otra causa con firmas apócrifas de los funcionarios judiciales que presuntamente intervinieron en el caso y tres sellos falsos: dos con el nombre de los funcionarios y otro -ovalado- identificatorio del Juzgado Civil, Comercial y Laboral de la ciudad de Mercedes, inexistentes entre los sellos usados diariamente en dicho organismo Judicial. Y el tercer documento que confeccionó fue una resolución judicial inexistente, señalaron.
El fiscal Juan Carlos Alegre pidió seis años de cárcel para Ramírez y el mismo tiempo de inhabilitación para ejercer la profesión, pero los jueces sólo consideraron probado un hecho y le impusieron tres años de prisión en suspenso. Unos meses después, Ramírez volvió a incursionar en el delito.
Fuente: Clarin
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