El botín en efectivo era en dólares y pesos argentinos, ocultos dentro de tres tupper plásticos. Los delincuentes entraron a cara descubierta y antes de irse se llevaron los DVR de las cámaras de vigilancia. Conocían todos los detalles de la finca y la existencia del dinero.
Una familia de origen boliviano, productores hortícolas de la zona rural de Lavalle, fue víctima de un violento robo en el que fueron golpeados, maniatados y les robaron miles de dólares y varios millones de pesos en efectivo. Habrían aprovechado un presunto corte circunstancial de energía para ingresar a la finca ubicada en un paraje cercano al pueblo. La Policía sigue la pista de una posible «entrega».
El hecho fue denunciado alrededor de las 4 de la madrugada de ayer, pero habría ocurrido entre las 22 y las 24 horas, cuando un grupo de al menos cinco sujetos armados con revólveres y pistolas y a cara descubierta, ingresaron al inmueble de la familia Torrez, de forma sumamente violenta, ya que la primera víctima fue un menor de 14 años, que estaba sentado en el patio delantero y fue ingresado a golpes en el rostro a la casa, donde los maleantes sorprendieron y arremetieron contra el resto de la familia.
Patadas, cachetadas y palazos para todos, expresaron las víctimas a la Policía. Así actuaron los delincuentes los primeros minutos del robo y siempre exigiendo el dinero que «sabían que tenían guardado», explicó una alta fuente del caso.
Sabían del dinero
Al parecer los Torrez, que viven en el Paraje «La Bolsa», habían recibido una fuerte suma de dinero en efectivo de una venta reciente y los ladrones, cree la Policía, manejaban esa información sumamente sensible y puntual. Este es uno de los datos que llevó a los detectives de la Dirección General de Delitos Complejos y Delitos Informáticos de la Policía de Corrientes a trabajar algunas pistas concretas en torno a la familia afectada.
Si bien aún son todas hipótesis preliminares, las fuertes sospechan apuntan a que la familia fue «entregada» por alguien que sabía de la existencia del dinero.
«Los delincuentes eran todos muchachones grandotes, armados y a cara descubierta. No se descarta que hayan llegado en uno o dos vehículos que les sirvieron de apoyo para el escape.
Luego de maniatar con precintos plásticos a las víctimas y golpear repetidamente a los padres, descubrieron el dinero en tres tupper plásticos, una suma cercana a los 10.000 dólares y casi $6.000.000 en efectivo», contó una alta fuente de la causa. Los Torrez tienen un circuito cerrado de vigilancia por videocámaras y los delincuentes también conocían ese detalle, por lo que luego de concretar el robo, fueron por los DVR y se los llevaron también; así como un teléfono iPhone que ahora está siendo rastreado por los investigadores.
Llamativo corte de luz
Debido a lo intrincado del hecho, la fiscal del caso de la UFIC de Goya, María Eugenia Ballará, pidió la presencia de los especialistas de Delitos Complejos que llegaron con todo su equipo al lugar. Las pesquisas intentan establecer si el repentino corte de energía eléctrica que antecedió al atraco, fue en verdad circunstancial o tuvo relación directa con el plan de robo de la banda.
Debido al robo de los DVR de las cámaras, los investigadores están trabajando con la información que les proveen las antenas telefónicas de la zona, así como tratar de obtener la geolocalización del iPhone robado, que podría transformarse en la pieza la clave en la causa.
Fuente: Diario Epoca
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