El día después de la dura derrota electoral encontró al presidente viendo cómo varios dirigentes que conforman el espacio del Frente de Todos salieron a pedir «cambios urgentes».
El golpe electoral que recibió el gobierno en las primarias de todo el país se sintió ayer en los ánimos de la Casa Rosada, donde el presidente Alberto Fernández retomó la actividad con un acto oficial en el que no hizo referencia a las urnas.
La mañana después de los resultados electorales de las PASO varios dirigentes que conforman el espacio del Frente de Todos salieron a pedir «cambios urgentes» en el Gabinete.
Frente a esto, en el entorno del presidente aseguran que no tienen pensado hacer cambios en el equipo, pero sí apelarán a modificar la estrategia dado que se trata de una derrota que «es de todos».
De esta forma, el «albertismo» buscó repartir la responsabilidad en la derrota, aprovechando que ninguno de los referentes del Frente de Todos salió fortalecido del resultado electoral. Los dardos están apuntados al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a quien en el Instituto Patria reclaman correr desde hace meses.
En las primeras horas posteriores al tropiezo electoral, Fernández volvió a respaldar a su titular de ministros y su intención es mantener el equipo completo.
El primero en salir culpar a algunos de los funcionarios cercanos al presidente fue el dirigente social, Luis D’Elía, quien expresó en diálogo con Radio Colonia, que en la jefatura de Gabinete y en el ministerio de Economía el gobierno «debería ir con otra gente». «Hay que hacer un cambio generalizado de gabinete», apuntó D’Elía en declaraciones a la prensa.
En la misma línea, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini recalcó: «Si el presidente no cambia a un montón de gente que tiene al lado, que le hacen el diario como a Irigoyen, un diario especial para él, no va a poder funcionar».
Para el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE,) Juan Grabois, el problema está en los nombres de quienes acompañan al gobierno. «Hay un gabinete muy mediocre y no hay jefatura de Gabinete, los ministros no se hablan entre sí», afirmó.
A pesar del fuego amigo contra su gabinete, Fernández, en el acto donde presentó el proyecto de Ley de Compre Argentino, sentenció: «Confío en que el camino que iniciamos en 2019 no se altere, y en lo que a nosotros concierne no se va a alterar».
Por su parte, Cafiero fue el primero de los funcionarios de gobierno en respaldar la gestión del presidente, y reiteró el llamado a la militancia kirchnerista a que recupere las calles de cara al 14 de noviembre.
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