Se trata de un compromiso para enfrentar los «mayores desafíos de la época», como la paz el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial.
Argentina no se sumará al Pacto del Futuro que firmaron 193 países en el marco de las Naciones Unidas. «Argentina anuncia la disociación del Pacto del Futuro. En la nueva Argentina no hay lugar para agendas internacionales totalitarias», subrayó el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo. Además de Argentina, la iniciativa también conocida como «Agenda 2045» fue rechazada por países como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Bielorrusia.
Sotelo anunció la decisión en sus redes sociales junto a una fotografía de la canciller Diana Mondino en el momento en que oficializó la postura de la Argentina sobre el tema. Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores compartió un video con un fragmento de su discurso, en el que resaltó que “muchos de los puntos de este pacto, en sus anexos, presentan reservas y objeciones, o son retardatarios, de la nueva agenda de Argentina”.
“Estos documentos se vienen trabajando desde 2022, con otro Gobierno, y el actual Gobierno se encontró con negociaciones ya avanzadas. Aun así, propusimos diversas acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta y eso nos lleva a disociarnos. Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina, porque, al contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”, mencionó Mondino.
En la noche de este domingo 22 de septiembre, Mondino escribió en Twitter: “Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro. Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habita nuestro suelo. Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas. Argentina será un Faro de Libertad”.
Qué es el Pacto del Futuro de la ONU
El Pacto del Futuro prevé 56 acciones para hacer frente a los «mayores desafíos de la época», entre los que se incluye el mantenimiento de la paz, el derecho internacional, la arquitectura financiera mundial, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial. «Los desafíos del siglo XXI deben ser resueltos con soluciones del siglo XXI», dijo el secretario general de la organización, Antonio Guterres, tras la adopción de este texto.
Guterres lanzó en 2021 la idea de la Cumbre del Futuro, pero en los últimos días no había escondido su frustración ante las dificultades de alcanzar un texto de consenso ambicioso, para lo que pidió a los Estados que den muestras de «visión», «valentía» y «ambición». Esta nueva «caja de herramientas» para reparar el mundo, como define el texto del Pacto los nuevos compromisos, abre «nuevas vías a nuevas posibilidades y oportunidades», recordó Guterres, que prometió trabajar «en su realización hasta el último día» de su mandato.
Además del Pacto, también se aprobaron dos documentos anexos, la Agenda Digital Global y la Declaración para las Generaciones Futuras. Poner a casi 200 países de acuerdo no es fácil, por lo que la mayoría de observadores se alegraron de este resultado tras semanas de arduas negociaciones. «Hemos abierto la puerta, ahora somos todos los que la debemos traspasar, ya que no se trata solo de entenderse, sino de actuar. Y hoy les insto al desafío de pasar a la acción», dijo Guterres.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió «valentía y voluntad política» para el cambio. Pero, sobre todo, recordó que no hay que «retroceder nunca» ni en la promoción de la igualdad de género ni en la lucha contra el racismo y la discriminación ni «volver a convivir con las amenazas nucleares». Brasil aspira a una reforma del Consejo de Seguridad que responda a la nueva geopolítica mundial. Para el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, el Pacto es una «hoja de ruta clara». «Sabemos qué debemos hacer ahora», solo se necesita ahora «movilizar los medios de implementación», comentó.
Entre los críticos del Pacto, aparte de Argentina, está Rusia. «Nadie está contento con este texto», dijo el viceministro de Relaciones Exteriores ruso Serguéi Vershinin, pese a los sucesivos discursos a favor del Pacto que hubo en la tribuna. Lo cruzó el canciller alemán Olaf Scholz ante la prensa, quien dijo: «Fue irritante que al final, Rusia, una vez más trató de parar todo el proceso y no quería seguir el camino que todo el mundo ha emprendido. Pero al final logramos mantener el consenso y lograr un compromiso», se alegró.
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