El líder libertario ha calificado al Parlamento de «nido de ratas», por lo que todo es posible. Ni siquiera se descarta que, si insiste con los insultos, haya legisladores o invitados que abandonen la Asamblea. El formato disruptivo incluirá un atril especial para el discurso.
¿Habrá anuncios importantes o habrá insultos importantes? Con el enfrentamiento con los gobernadores haciendo de telón de fondo, el presidente Javier Milei cumplirá este viernes con la primera inauguración de sesiones ordinarias del Congreso en su gestión, y la cúpula libertaria ha mantenido bajo reserva absoluta el tono del mensaje que dará al país, apenas deslizando que duraría de 45 minutos a una hora.
La novedad más importante del disruptivo formato de poder que impone el líder de La Libertad Avanza empezará por la curiosidad del horario, esta vez nocturno, y el vocero Manuel Adorni enfatizó que el mandatario hablará a las 21 para que su mensaje «pueda ser escuchado por la mayor cantidad de los argentinos, después de sus horarios de trabajo».
El acto en lo formal comenzará a las 20, y para terminar de preparar los ejes principales de su discurso, el presidente se mantuvo este jueves en Olivos. Las especulaciones sobre el tenor que presentará como «estado de la Nación» son múltiples, repartidas según el tono de oficialistas y opositores. Incluso se habla de la posible presentación de informes vinculados a la herencia dejada por la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, pero se trata de conjeturas y versiones, ya que en los hechos los allegados al jefe de Estado han mostrado absoluto hermetismo.
Entre las posibilidades que se destacaban, se hacía mención aproximadamente por una hora, el presidente podría hacer mención al informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y la Secretaría de Transformación del Estado «con la situación de cada una de las reparticiones del Estado», que determinó la existencia de deudas de «casi tres billones de pesos», defendiendo los planes de dolarización y la necesidad de impulsar una fuerte reestructuración (y reducción) del Estado.
En las últimas horas, el Presidente aseguró que, «mientras el Congreso tenga su composición actual, va a ser difícil aprobar las reformas» que propone su Gobierno, atribuyendo esa situación a que «los políticos no tienen problema de dañar los intereses de los argentinos para mantener sus privilegios». Al respecto confió en que de acá a que se produzca la renovación parlamentaria en las elecciones de medio término, «hay otras reformas» que se pueden «hacer por decreto».
Así lo dijo en una entrevista publicada por Financial Times. El miércoles el presidente se reunió primero con diputados del bloque de diputados de La Libertad Avanza (LLA), a quiénes les anticipó que habrá «sorpresas» en su discurso, pero no adelantó detalles del mensaje y luego recibió al jefe de bloque del PRO, Cristian Ritondo, para continuar las conversaciones sobre la confluencia de ambos espacios en el Congreso.
En su rueda de prensa de este viernes, Adorni pidió «respeto y que se lo escuche atentamente y no ocurra ni dentro ni fuera (algo) que vaya en contra de instituciones y en contra de la salud de la democracia», al descartar que el discurso vaya a tener «carácter violento».
Adorni advirtió además en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada que «determinados grupos de personas están siendo extorsionados» para manifestarse frente al Congreso Nacional en rechazo al discurso que pronunciará el Presidente y recordó que «la línea telefónica 134 está habilitada, es anónima y gratuita» para denunciar presuntas intimidaciones.
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