25 noviembre, 2024

Crisis del Mercosur: Argentina no quiere una escalada del conflicto pero se prepara para una cumbre caliente

El presidente de Uruguay sigue adelante con la idea de negociar por fuera del bloque y hay pocas chances de que el conflicto escale a una instancia judicial. La próxima semana se reúnen los presidentes en Montevideo.

Fue una semana agitada en la relación entre los miembros del Mercosur. Tal vez la más compleja de los últimos años. La decisión de Uruguay de formalizar su adhesión al acuerdo comercial del Tratado Transpacífico (CPTPP) puso en alerta como nunca antes a la Argentina, Paraguay y Brasil.

Los coordinadores de estos tres países ante el bloque presentaron a la cancillería uruguaya una carta formal de reclamo con la amenaza de elevar la queja a instancias judiciales. Luis Lacalle Pou hizo oídos sordos a este pedido y pocas horas después publicó en Twitter que le había pedido a su canciller Francisco Bustillo que avanzara.

No hubo otra instancia de reclamo. Según pudo saber TN, tampoco la habrá por lo menos hasta el martes de la próxima semana cuando en Montevideo se realice el encuentro de líderes del bloque, donde la Argentina asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur por los próximos 6 meses.

Desde las cancillerías de los cuatro países miembro descuentan que será una cumbre muy tensa. “Va a ser muy interesante ver qué pasa en el encuentro privado que tienen los presidentes”, esgrimía un funcionario argentino ante este medio durante la visita del embajador norteamericano Marc Stanley a Cafiero en el Palacio San Martín.

Se prevé que en la conferencia conjunta que brindarán los presidentes después del encuentro privado, el uruguayo insistirá en la necesidad de abrir el bloque, mientras que Alberto Fernández y Mario Abdo Benítez coinciden en que tienen que mantenerse unidos para rechazar esa iniciativa. Difícilmente Jair Bolsonaro asista presencialmente a la cumbre.

Reclamos más políticos que judiciales

Desde el entorno de Alberto Fernández reconocen por lo bajo que es difícil llevar adelante una demanda judicial contra Uruguay. En ese sentido, es posible leer la carta firmada por los tres países como un gesto político más que una amenaza legal contra Lacalle Pou. Desde Montevideo saben esto y la decisión es seguir adelante.

El tratado constitutivo del Mercosur -el de Asunción que se firmó en 1991- establece que ningún Estado miembro puede firmar tratados de libre comercio de forma unilateral con terceros países. El presidente uruguayo viene pidiendo modificar esta pauta desde que llamó a romper el “corset” del boque.

Desde un comienzo fue la Argentina quien adoptó la postura más firme de no permitir que se inicien este tipo de negociaciones con Estados por fuera del Mercosur. Paraguay y Brasil se mostraron dubitativos en un comienzo, pero finalmente terminaron uniéndose a Alberto Fernández.

El propio Abdo Benítez criticó a su par uruguayo el miércoles a la noche y dijo que la idea que tiene de negociar por fuera del Mercosur “desnaturaliza” al bloque. Esta declaración del presidente paraguayo se celebró en el Palacio San Martín. Fue un claro gesto de alineación con la postura argentina.

Política interna y el ejemplo de China

“Este es un juego interno de Lacalle Pou, ya hizo lo mismo con China a mitad de año”, le reconoció a TN uno de los funcionarios que siga el día a día de la relación de Uruguay y el rol de la Argentina en el tablero regional.

Desde Montevideo repiten una y otra vez que los aranceles y reglas de juego actuales no los benefician y que necesitan salir a negociar con nuevos socios. El resto de los países miembro coinciden de que se trata de una movida política interna de Lacalle Pou. Esgrimen que quiere fortalecer su posición doméstica.

El ejemplo de China responde a que el uruguayo anunció en julio que un tratado de libre comercio con el gigante asiático estaba avanzado, pero nada pasó hasta el momento. Desde Montevideo aseguran que están trabajando en los detalles, pero no se han conocido importantes avances.

En el mundo entero se hace cada vez más fuerte el concepto de “regionalización”, donde se supone que los países agrupados en regiones son más fuertes que de forma individual. Lo mismo sucede para China, que busca avanzar sobre todo el Mercosur y no sólo en una parte.

Estas especulaciones y cálculos son los que circulan puertas adentro del Gobierno nacional y que le hacen creer que una salida es posible. La ruptura del Mercosur no parece ser el camino.