El FMI presentó fuertes críticas contra las «medidas intervencionistas» del exministro de Economía, calificó al sistema SIRA como «opaco» y se manifestó a favor de una economía «sostenible y vigorosa liderada por el sector privado», destacando la «herencia» que recibió Milei de la última gestión.
Argentina y el Fondo Monetario Internacional arribaron a un acuerdo este miércoles, por el cual el organismo liberará unos 4.700 millones de dólares antes de fin de mes, lo que permitirá aliviar el escenario de reservas del Banco Central. En su comunicado, el FMI presentó fuertes críticas contra las “medidas intervencionistas” del exministro de Economía, Sergio Massa, y se manifestó a favor de una economía “sostenible y vigorosa liderada por el sector privado”, con halagos al “ambicioso plan de estabilización” de Javier Milei.
El equipo técnico del FMI lanzó esta noche durísimas críticas a la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía y alertó que con el «Plan Platita» —como lo definió el actual oficialismo— la Argentina «se desvió gravemente de su rumbo». “Se incumplieron las metas de déficit fiscal primario y de deudas internas para finales de septiembre, y datos preliminares sugieren que las metas de fin de año se incumplieron incluso por un margen mayor», cuando ya invertían fondos públicos en programas para sostener a la clase media, de cara a las elecciones.
Aseguraron que «la nueva administración heredó una situación económica y social excepcionalmente desafiante, con desequilibrios macroeconómicos crecientes que reflejan principalmente políticas inconsistentes y expansivas, especialmente durante los últimos trimestres del año pasado. La inflación mensual se aceleró hasta el 12,8 por ciento en noviembre, las reservas se agotaron, la moneda se sobrevaluó aún más y la brecha cambiaria aumentó a máximos históricos».
«La continua dependencia del financiamiento del Banco Central y de medidas intervencionistas llevaron a un mayor deterioro del balance del Banco Central y a un sobreendeudamiento de la deuda comercial de los importadores. Mientras tanto, los salarios reales cayeron aún más hasta alcanzar mínimos de varios años y se estima que los niveles de pobreza superaron el 45 por ciento», alertó el organismo.
«El programa se desvió gravemente. No se alcanzaron las metas de finales de septiembre en materia de déficit fiscal primario y atrasos internos, y los datos preliminares sugieren que las metas de fin de año se incumplieron por un margen aún mayor. Tampoco se cumplieron los objetivos de reservas internacionales netas, con desviaciones con respecto al objetivo de fin de año de alrededor de 15 mil millones de dólares antes del inicio de la nueva administración», alertó.
Tras la gran devaluación de mediados de diciembre, la política cambiaria de las autoridades seguirá apoyando los objetivos de acumulación de reservas. «Es importante destacar que han abandonado el opaco sistema de controles administrativos de importación (SIRA) y están en el proceso de abordar el gran sobreendeudamiento de los importadores, ofreciendo instrumentos cambiarios a los importadores que registren adecuadamente sus deudas comerciales», dijeron los técnicos del Fondo.
Asimismo, el equipo del Fondo que visitó al país, encabezado por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, remarcó que «en este contexto, el presidente Javier Milei y su equipo económico actuaron de manera rápida y decisiva para desarrollar e implementar un sólido paquete de políticas con el objetivo de restaurar la estabilidad macroeconómica, demostrando total determinación para llevar el programa actual de vuelta al rumbo correcto».
«La nueva administración ya está implementando un ambicioso plan de estabilización, basado en una gran consolidación fiscal inicial, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del Banco Central y crear un sistema más simple, basado en reglas y orientado al mercado», dijo el organismo en un comunicado. El comunicado también manifestó que “el desembolso propuesto tiene como objetivo apoyar los fuertes esfuerzos políticos de las nuevas autoridades para restaurar la estabilidad macroeconómica y ayudar a Argentina a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos».
«A medida que se implementan las políticas y se reconstruye la credibilidad, debería iniciarse un proceso gradual de desinflación, acompañado de un fortalecimiento adicional en las reservas y una eventual recuperación en la producción, la demanda y los salarios reales». “Las autoridades están consiguiendo apoyo social y político para su plan de estabilización. El plan se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte y creíble, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del Banco Central y crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado», detalló el FMI.
«El plan también busca ampliar la asistencia social para proteger a los más vulnerables. Se emitió un Decreto de Emergencia y se presentó al Congreso un proyecto de ley general para apoyar los planes de estabilidad y crecimiento de las autoridades», señaló el organismo, sin ahondar en los riesgos políticos y sociales del plan. Sólo admitió que «si bien el camino hacia la estabilidad será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar, las acciones iniciales lograron evitar una intensificación de la crisis».
El Fondo dijo que las autoridades han reforzado significativamente la asistencia social a través de programas de subsidios por hijos y cupones de alimentos, al tiempo que se alejan de los programas sociales distribuidos a través de “costosos intermediarios”. Planean preservar el valor real de las pensiones y aumentar la asistencia social según lo justifiquen las condiciones. “Dadas las grandes incertidumbres, las autoridades se han comprometido a recalibrar las políticas según sea necesario para cumplir los objetivos del programa”, postularon en el comunicado.
“En las etapas iniciales, la eliminación de los controles de precios heredados y la corrección del desajuste cambiario tendrán un impacto inflacionario y profundizarán la contracción de la actividad que ya está en marcha», reconoció el FMI y añadió: “Dadas las grandes incertidumbres, las autoridades se han comprometido a recalibrar las políticas según sea necesario para cumplir los objetivos del programa”.
Respecto al sistema de importación anterior (SIRA), que definieron como “opaco”, destacaron que «se ha pasado a un régimen más basado en el mercado y han abandonado el enfoque anterior de intervenir en los mercados de divisas de futuros paralelos y no entregables, al tiempo que levantan las restricciones comerciales». El nuevo gobierno está «firmemente comprometido a seguir eliminando prácticas monetarias múltiples y restricciones cambiarias en el corto plazo, al tiempo que buscan desmantelar las medidas de gestión de flujos de capital (CFM) a medida que se abordan los desequilibrios y las condiciones lo permiten».
«Se espera que estas políticas conduzcan a una acumulación de reservas netas de 10.000 millones de dólares para finales de 2024, incluidos 2.700 millones de dólares acumulados durante las últimas semanas de 2023», explicaron.
Compromisos claves del gobierno de Javier Milei
La Argentina se propone lograr un superávit primario del 2 por ciento del PIB este año (consistente con el equilibrio general), mediante una combinación de medidas de ingresos y gastos. Se espera que los ingresos se vean respaldados temporalmente por mayores impuestos relacionados con el comercio, así como por ganancias derivadas de la normalización de la producción agrícola.
Mientras tanto, la “racionalización” del gasto se sustentará en reducciones de los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales y gastos en infraestructura de menor prioridad. Las medidas iniciales se complementarán con esfuerzos a lo largo del tiempo para salvaguardar un equilibrio fiscal general, a través de mejoras de alta calidad en la eficiencia de los sistemas tributario y de gasto.
En cuanto a las políticas monetarias, la postura avanzará para respaldar la demanda de dinero y la desinflación, mientras que el marco y las operaciones de la política monetaria se ajustarán para fortalecer su papel de anclaje, dijeron. Las autoridades se han comprometido a poner fin al crédito del Banco Central al gobierno y seguirán reduciendo el gran excedente de pesos, al tiempo que fortalecerán gradualmente el balance del Banco Central, sin novedades sobre su plan de cerrarlo.
De acuerdo con el programa fiscal, el gobierno no buscará ninguna forma de financiamiento neto de mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda interna. Reconstruir las relaciones con los mercados de capital internacionales también es una máxima prioridad. Las autoridades están decididas a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento y las exportaciones, e impulsar el vasto potencial energético y minero de Argentina, a través del aumento de la competencia y simplificando la burocracia.
«El personal del FMI agradece a las autoridades argentinas, encabezadas por el Ministro Caputo, el Presidente del Banco Central, Bausili, y el Jefe de Gabinete, Nicolas Posse, por su profundo compromiso, así como su firme compromiso con el arduo trabajo de restaurar la estabilidad económica y sentar las bases para una economía más sostenible. Una economía sostenible y vigorosa liderada por el sector privado que beneficie a todos los argentinos», dijeron en el comunicado.
Los detalles de la séptima revisión del acuerdo con el FMI
El equipo del Fondo Monetario Internacional, liderado por Luis Cubeddu, Director Adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental y Ashvin Ahuja, Jefe de Misión para Argentina, y las autoridades locales llegaron a entendimientos sobre un conjunto de políticas económicas que pueden restaurar la estabilidad macroeconómica en Argentina y volver a encarrilar el programa actual, en el marco de los debates sobre la séptima revisión del acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo (SAF).
Este acuerdo, sujeto a una implementación de políticas continua y duradera, se presentará para su aprobación por parte del Directorio Ejecutivo del FMI en las próximas semanas. Una vez finalizada la revisión, Argentina tendría acceso a alrededor de US$ 4.700 millones (o DEG 3.500 millones), lo que sería consistente con alguna reprogramación dentro del paquete del programa.
El ministro de Economía aclaró: «Este no es un acuerdo nuevo». «Se ha reflotado el acuerdo anterior que estaba caído por el incumplimiento de las metas». «Reflotar este acuerdo requería un mayor compromiso para compensar la pérdida de credibilidad ocurrida en los últimos dos trimestres», expresó el ministro. También anunció que dicho desembolso se utilizará para «pagar los vencimientos de capital ocurridos en diciembre, el vencimiento de enero y el de abril». «Esos tres vencimientos suman aproximadamente ese monto (US$ 4.700)», amplió Caputo.
«Un acuerdo nuevo hubiera implicado mayor tiempo y dada la situación que recibimos de crisis donde teníamos que hacerle frente a un pago al Fondo mismo a la semana de haber asumido y no estaba la plata, la alternativa más viable fue lo que hemos hecho, conseguir la plata para pagarle al Fondo y lograr reflotar el acuerdo para garantizar que no va a haber sobresaltos en los próximos cuatro meses», mencionó Caputo durante la conferencia que brindó junto a Santiago Bausili, presidente del Banco Central.
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