La Cámara Alta aprobó el nuevo programa firmado por el gobierno de Alberto Fernández con el FMI por US$ 45.000 millones. Hubo 56 votos positivos y 13 negativos.
El Senado de la Nación aprobó el nuevo acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional por 45.000 millones de dólares, con el que podrá evitar que el país caiga en default e intentará frenar la inflación de más de 50% anual.
El momento de la votación llegó después de las 23, con la ausencia de la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner. La Cámara Baja aprobó el proyecto de ley con 56 votos positivos, 13 negativos y 3 abstenciones.
El acuerdo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos 19.000 millones de dólares este año, otros 20.000 millones en 2023 y 4.000 millones más en 2024 Argentina no puede afrontar.
Pasadas las 14 horas del jueves, Cristina Kirchner había dado inicio a la sesión del Senado convocada para abordar el tratamiento del proyecto, en medio de la discusión interna que el acuerdo con el organismo internacional ocasionó hacia adentro del Frente de Todos.
La plaza del Congreso estaba vallada y bajo vigilancia policial, luego de que hace una semana, cuando la Cámara de Diputados votó a favor, manifestantes apedrearon el edificio y rompieron algunas ventanas, entre ellas las de la oficina de Cristina Kirchner.
Fue una «difícil decisión», reconoció el Frente de Todos
«Tenemos que tomar una difícil decisión: aprobar el arribo del FMI cuando nos habíamos liberado en 2006», dijo el senador oficialista Ricardo Guerra, en alusión a cuando el presidente Néstor Kirchner canceló unos 9.500 millones de dólares de deuda con el organismo multilateral y puso fin a sus visitas de revisión.
Guerra resaltó que el FMI «solo dejó malas experiencias» en Argentina, pero sostuvo que es necesario aprobar el préstamo para «liberar a la economía de tamaña carga, de modo de volver al crecimiento, y recrear la esperanza y la credibilidad».
Alberto Fernández agradeció de antemano a los legisladores que apoyan el proyecto. «Vamos a tener un horizonte más despejado. Sabremos que hay un problema que no se resolvió, pero que empieza a resolverse, que es esa deuda maldita que heredamos», dijo, aludiendo nuevamente a que el acuerdo fue firmado por Argentina bajo el gobierno de Macri.
La senadora nacional del Frente de Todos María Inés Pilatti Vergara cuestionó el acuerdo durante el debate y dijo que no creía que «votando este proyecto» se esté «salvando al pueblo del default» sino que en todo caso «prolongará la agonía».
Al exponer en el recinto de la Cámara alta donde se trata la iniciativa que impulsa el Gobierno nacional y que apoya Juntos por el Cambio, la legisladora chaqueña calificó el préstamo del FMI como «la mayor estafa de la historia», que violó los propios estatutos del organismo y que tuvo como «objetivo» la reelección de Mauricio Macri.
«Hace no mucho tiempo, desde el FMI y los voceros de (Donald) Trump reconocieron que fue un préstamo político y que el objetivo era lograr la reelección de Mauricio Macri», indicó. Para la senadora K, «fue una estafa porque Macri recibió un país desendeudado y sin embargo desde la primera hora de su gobierno» generó «las condiciones» para volver al FMI.
Los próximos pasos
El acuerdo inicial fue suscrito por 57.000 millones de dólares, el monto más alto que haya otorgado el FMI hasta ahora. Sin embargo, Argentina solo recibió 44.000 millones, ya que el presidente Alberto Fernández renunció a los tramos pendientes cuando asumió el poder en diciembre de 2019.
El nuevo acuerdo crediticio será el número 13 que suscribe Argentina con el FMI desde el regreso de la democracia en 1983, y contempla facilidades extendidas prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años.
Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034. Y, a cambio, Argentina se compromete a reducir el déficit fiscal de 3% del PIB en 2021 a 0,9% en 2024.
El objetivo, según el FMI, consiste en «reducir la persistente alta inflación». Sin embargo, el portavoz Gerry Rice declaró este jueves que «esto, por supuesto, será un desafío a la luz de la evolución de la coyuntura mundial, ya que el aumento de los precios de las materias primas está afectando la inflación en todo el mundo», en medio de la guerra en Ucrania.
«El personal técnico del FMI está evaluando el impacto potencial más amplio sobre el crecimiento, así como sobre las cuentas externas y el equilibrio fiscal. Sin embargo, las incertidumbres siguen siendo grandes y dependen de la duración del conflicto», agregó Rice.
Rice señaló que el nuevo programa acordado presenta una «estrategia múltiple» para bajar la inflación, la cual «implica una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, y un nuevo marco para la implementación de la política monetaria para generar tasas de interés reales positivas para respaldar la demanda de activos en pesos».
Para entrar en vigor, el acuerdo deberá someterse también a la aprobación del directorio del FMI en Washington cuanto antes, ya que entre el 20 y el 22 de marzo Argentina debe pagar un vencimiento de capital de 2.900 millones de dólares, un monto del que no dispone, según el Banco Central.
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