Desde el Ministerio realizaron un posteo en el que publicaron una imagen del destructor HMS Sheffield, en vez de la flota argentina. Se trató de un error de una empleada del área de diseño, según explicaron desde la cartera.
El pasado 2 de mayo se cumplieron cuarenta años del golpe más duro que recibió Argentina durante la Guerra de Malvinas: el hundimiento del ARA General Belgrano que dejó una cifra de 323 marinos muertos. Para conmemorar a los caídos el Ministerio de Educación compartió una publicación, pero la foto elegida era la de un barco británico. “Fue un error de una empleada del área de diseño”, explicaron desde esa cartera.
La publicación en Twitter contenía la imagen en blanco y negro del destructor HMS Sheffield y sobre él se leía: “A 40 años de ese hecho trágico, seguimos reclamando por la legítima e imprescriptible soberanía sobre nuestra Islas Malvinas”. Este barco británico fue hundido el 10 de mayo de 1982, cuando cazabombarderos Super Étendard argentinos lograron impactarlo con misiles Exocet AM 39.
Rápidamente varios usuarios compartieron la publicación del ministerio de Educación criticando el error garrafal. Ante esto desde la cartera conducida por Jaime Perczyk, lamentaron el “error espantoso” y explicaron que fue un desacierto de una empleada.
Desde la cartera de Educación detallaron que en la publicación fue aprobada por el ministerio, pero que no contenía imagen y que, quien hizo el posteo, tomó la decisión de “mejorarlo” buscando una foto del banco de imágenes y cometió ese error. “De todos modos es una responsabilidad del Ministerio”, reconocieron y pidieron disculpas por lo ocurrido.
“Una persona de diseño decidió agregarle una foto porque creyó que quedaría mejor y lo posteó, pero fue bajado inmediatamente, lo que ocurrió es que ese mensaje fue reposteado por alguien y comenzó a circular”, subrayaron.
El hundimiento del ARA General Belgrano
El domingo 2 de mayo de 1982, en el marco de la Guerra de Malvinas, la flota argentina sufrió el golpe más duro del conflicto, al hundirse en el fondo del océano Atlántico el crucero ARA General Belgrano, dejando una cifra de 323 marinos muertos.
El ARA General Belgrano había sido enviado el 16 de abril a la zona integrando el Grupo de Tareas 29.3, junto con los destructores ARA Piedrabuena y ARA Bouchard. Saliendo desde la Base Naval de Puerto Belgrano rumbo al Atlántico Sur, tenía la misión de atacar a los buques ingleses que arribaban a las Malvinas.
Pero el buque tenía muy poco poder de fuego en comparación con las poderosas fragatas y buques británicos, y hoy sigue siendo el único barco hundido por un submarino nuclear en tiempos de guerra de la historia. Había sido comprado en 1951 por la administración del expresidente Juan Domingo Perón a la armada de Estados Unidos, que lo había utilizado durante la Segunda Guerra Mundial.
La desclasificación de documentos reservados realizada en 2005 años en Londres, confirmó que el Belgrano se «alejaba de la zona de exclusión, pero con movimientos de zigzag». El ataque se produjo a las 16.01, cuando con una diferencia de pocos segundos tres torpedos MK-8 fueron lanzados por el Conqueror desde una distancia de 5 km.
A las 16.23, el capitán Héctor Elias Bonzo ordenó abandonar el crucero y comenzaron a abordarse los 72 botes de emergencia con los que contaba el crucero. El buque tenía una tripulación de 1.091 marinos, de los cuales 323 (en su mayoría conscriptos) murieron en el mar. El número de fallecidos significa alrededor del 50% de las bajas argentinas (un total de 649) durante los 74 días que duró la Guerra de Malvinas.
Dos días después, Argentina respondió con un ataque con misiles contra el destructor británico HMS Sheffield, matando a 20 militares británicos, y la batalla naval continuó hasta que las fuerzas argentinas finalmente se rindieron y se firmara el armisticio el 20 de junio de 1982.
Más historias
El Gobierno firmó una carta de intención por submarinos franceses y busca un préstamo de US$2300
La maniobra de Cristina Kirchner para seguir cobrando su jubilación de privilegio
Pablo Moyano renunció a la conducción de la CGT: “No coincido con las decisiones de la mesa chica”