Mirta Rosa Guerrero, «Shakira», trabajó 26 años al lado de la líder de la Tupac Amaru. Actualmente colabora con la Justicia como arrepentida y reveló innumerables detalles sobre los entramados de corrupción en los que Sala se manejaba.
Mirta Rosa Guerrero, conocida por todos como «Shakira», fue la mano derecha de Milagro Sala durante 26 años, incluso la lleva tatuada en la piel. Sin embargo, en la actualidad es arrepentida judicial en contra de la dirigente social y, además, en una entrevista con Jorge Lanata reveló detalles sobre el entramado de corrupción de la líder de la Tupac Amaru en Jujuy.
«La plata iba a su casa, directamente a la casa de Milagro Sala. La recibían, se la contaban. Ella tenía dos placards con doble fondo, era ahí donde quedaba la plata», señaló en el programa Periodismo para Todos. Es que Shakira conoció como pocos el manejo de Sala, al punto que se la vio en los famosos videos sacando plata del banco, e insinuó que por ella fue a prisión.
Guerrero fue a la cárcel después de ser vista en los polémicos videos en torno a la organización Pibes Villeros, donde se la ve, junto a un grupo de personas, sacando 14 millones de pesos del Banco Nación de San Salvador de Jujuy, situación por la que fue investigada y condenada a seis años de cárcel por «asociación ilícita y fraude a la administración pública».
Tras recuperar su libertad, obteniendo la condicional en octubre del 2021, la mujer no volvió a tener contacto con Sala, a quien conoció antes de que se formara la Tupac Amaru, y a quien ahora calificó como un «monstruo».
Además de exponer cómo realizaba Sala el manejo del dinero, Guerrero le reveló a Lanata detalles sobre las múltiples propiedades de la dirigente y sobre los viajes al exterior con extensas comitivas de, al menos, diez personas, incluyendo aquella en la que visitó al Papa Francisco en El Vaticano.
«No son solo departamentos, sino la casa que ella dice que estuvo construyendo para los chicos que tuvieron problemas con la droga y para la rehabilitación…la casa es de ella. Se la construyó para ella. Y hasta se la construyó con cooperativistas de la obra ¡para ella!», remarcó y señaló que estuvo al frente del proyecto durante un tiempo.
La casona es la que Sala tiene en el dique La Ciénaga, donde cumple domiciliaria por su condena a 13 años de cárcel por el desvío de 60 millones de pesos destinados a planes sociales. Aunque Guerrero aclaró que esta no es su única propiedad.
«No se conformaba con esa que ya planeaba en el dique que quería una casa de campo. No se conformó con esa casa de campo que quería una al lado del agua, la otra casa estaba arriba, ella quería abajo», enfatizó.
A su vez, también reveló que en un año Sala llegó a comprarse «cuatro (Toyota) Hilux». «Tenía seis meses una camioneta y ya le parecía vieja, había que cambiarla», agregó.
Con respecto a los viajes de la líder de la Túpac Amaru al exterior, los cuales eran multitudinarios y en primera clase, «Shakira» resaltó los extraños manejos de dólares que se realizaban.
«La primera vez que fuimos a ver al Papa, ella dice que fue una invitación, ponele que así fuera para ella, pero no puede haber una invitación para 16 personas, incluyéndolo siempre al marido de ella y a su hijo», cuestionó Guerreo.
En cuanto al tema del dinero que cada integrante solía llevar en los viajes, detalló: «Cuando partíamos, nos daban 10 mil dólares a cada uno. Al llegar a destino se los teníamos que devolver y ella nos daba un viático, un porcentaje para nuestros gastos»
«Cuanto más grande sea su séquito, porque era eso de querer llevar a todo el mundo, era justamente para poder trasladar la plata para otro lado», añadió.
Asimismo, remarcó que Sala siempre se manejaba con efectivo porque «decía que las tarjetas quedaban marcadas»
«A ella le gusta todo lo que sea marca», expresó luego Guerrero en relación a la indumentaria de Sala. «Le vas a ver una remera puesta que tiene un bordado de un inca, ponele, y abajo es Cardón, Lacoste. Se compraba ropa de marca, la llevaba al textil y el textil le tenía que sacar el bordado y poner el nuevo bordado. De la misma forma los jeans que usó, el calzado que usó», reveló.
Violencia en la Túpac Amaru
Guerrero, tras catalogar a Milagro Sala como un «Estado paralelo» en Jujuy, reveló varios episodios de violencia que tuvieron lugar en la Túpac Amaru, con su líder como protagonista.
«Milagro siempre fue violenta. Siempre. ¿Viste que ahora estamos con el feminismo y todo eso? Ella es al revés. Ella saltó toda la vida a favor de los hombres y en contra de las mujeres», aseguró.
Para respaldar su relato, narró un episodio que ella misma sufrió: «A mí me pasó, lo juro por Dios, que una vez estuve en su casa y me tiraron una colcha y me empezaron a pegar. Cinco hombres, fuertes, grandes. Me pegaron piñas y patadas. Y ella mirándolo».
«Quería ver si yo resistía los golpes», respondió luego de que Lanata le preguntara el porqué de la violencia de Sala.
«Traté de que no me dolieran los golpes, lo juro por Dios. Era la bronca que tenía. La miraba a ella y ella se cagó de risa», reveló Guerrero y señaló que Sala la violentó a pesar de que ella había dejado hasta a su familia para trabajar a su lado. «Me podrás decir que podría haber decidido, pero en aquella época no se podía decidir, no había trabajo. Yo tenía que pensar en mi familia», lamentó.
«Yo estuve con ella tantos años, le puedo dar fe de que ella no es lo que dice ser. Es un monstruo disfrazado de dirigente. Es un monstruo que a veces hasta ofende a los pueblos originarios», remarcó.
El pedido de Sala en Tribunales
La entrevista mano a mano con Jorge Lanata reencontró a Guerrero con Periodismo para Todos, ya que en el 2012 ella fue una de las personas que agredió al equipo del programa que visitó la provincia para exponer el entramado de Milagro Sala en el barrio Alto Comedero.
Por esa causa, «Shakira» fue condenada a 3 años y 3 meses de prisión por «robo en poblado y en banda». «Lo de la cámara fue así. Es de público conocimiento, que en el momento en que pasó lo que pasó me filmaron. En ese momento sí participé. Después en el momento en que se robó la cámara no fui yo», detalló.
«En el juicio me tuve que quedar callada, sabiendo yo quién se llevó la cámara. Fueron otras personas, varones, que la llevaron a la sede, la rompieron y uno de ellos se la terminó llevando a su casa», agregó y remarcó que durante el juicio «todo era ‘Tenés que hacer esto, decir esto, decir aquello'». «Me daban ganas de decir ‘pará'», añadió.
«En el juicio me enojé con ella previo ya a la sentencia. Se acerca y me pide que yo me opere para que pueda postergar el juicio. Yo le dije ‘Milagro, yo te explico, tengo tres hijos con cesárea, tres operaciones, en total 32 centímetros abiertos, operarme me significa capaz terminar comiendo con sonda y defecando en una bolsa, yo tengo que cuidarme’. Me respondió ‘sos la única que puede parar esto, tenés que hacerlo, tenés que hacerlo’. Gritó tanto que se la escuchó», reveló sobre el momento de quiebre de la relación.
Actualmente, Guerrero colabora con la Justicia como arrepentida. «Siento bronca. Fui una pelotuda. Creí algo que no era, creí algo que no existía», se lamentó.
«Milagro tiene que estar presa en una cárcel común. Donde está ella puede recibir visitas, como podría estar recibiéndolas en el penal. El que la quiere ir a ver puede ir al penal. Las fiestas que hace, los grupos que lleva, los cumpleaños que realiza…», concluyó la ex mano derecha de Sala.
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