El puntero cobraba 200.000 pesos al mes y rendía cuentas a los jefes políticos, según lo confirma un extenso documento que difundió la Justicia este lunes.
El contenido del celular de Julio “Chocolate” Rigau reveló el mecanismo de recaudación de sueldos de empleados de la Legislatura bonaerense y mostró que el puntero respondía a los dirigentes Claudio y Facundo Albini (padre e hijo), este último concejal platense y candidato de Unión por la Patria.
De esas conversaciones surge que Rigau cobraba 200.000 pesos por mes por los sueldos y también rendía cuentas a los jefes políticos. Cabe recordar que “Chocolate” fue detenido cuando extraía dinero de una sede del Banco Provincia en La Plata, con 48 tarjetas de contratados por el parlamento provincial.
El 24 de agosto, desde el contacto “Facu”, que corresponde al celular de Facundo Albini, le mandaron un mensaje a Rigau a las 10.41: “LLAMAME JULIO”. Rigau, sin vueltas, le contesta “estoy con Mecha” y le cuenta que se complicaron las cosas para rendirle porque “entraron algunos descuentos en varias tarjetas”, según dice la conversación a la que tuvo acceso TN.
Debido a que Rigau no lo llama, Albini vuelve a insistir: “Necesito urgente un nombre para la muni”. Los minutos seguían pasando y como no había respuestas, ya el 26 de agosto, Albini escribe en mayúsculas: “LLAMAME, ¿vos me estas tomando de gil?”.
Ese mismo día Albini intenta nuevamente contactarse con Rigau -con quien mantenía una amistad- y le ofrece terminar la relación en buenos términos. Sin embargo, no había respuestas.
Es por eso que el 27 de agosto, cansado, le reprochó: “Te llevás 200 por mes hace 3 años y cuando te necesito no estás. Siento que me estás faltando el respeto a mí y a la amistad que tenemos”.
Luego de esto, añadió: “No quiero terminar mal con vos, pero no quiero que me tomes por idiota, me estás faltando el respeto a mí, a los compañeros y lo están notando todos”.
Los problemas entre Rigau y Albini surgieron debido a que el sistema de recaudación de los sueldos de los supuestos empleados estaba teniendo algunos problemas.
De hecho, el 5 de septiembre por la noche -cuatro días antes de su detención- Rigau le manda una foto a Albini de un comprobante donde muestra movimientos bancarios. Ese mismo recibo estaba entre los tickets que le secuestraron a Rigau el día del arresto.
El 28 de julio, por otra parte, el puntero le manda un mensaje de voz a una mujer agendada como “Carmen”. En el mismo habla de “rendir” parte de la recaudación.
“Bueno, bueno, si ayer nos dijeron que bueno, que…en el horario de visita, once y media, entre once y media y doce ehh… la… tenía el alta, yo tengo que ir a rendir, ahora estoy por llamar a Claudio tratar de rendir lo más temprano posible y llegar por lo menos a las doce”, le dijo “Chocolate”.
La fiscal Betina Lacki sabe que Rigau no actuó solo y tiene que definir cuál fue el rol que cumplió dentro de la organización, quienes fueron sus jefes y sus lacayos.
Facundo Albini y su padre, Claudio, serían dos de los presuntos líderes de la banda. La sospecha principal de la Justicia es que ambos cranearon una estructura dentro de la Legislatura bonaerense para obtener dinero del erario público.
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