19 mayo, 2025

Mauricio Macri, el mariscal de una derrota histórica del PRO

Hay más dudas que certezas sobre el futuro del líder del partido, que rompió el bipartidismo con una nueva fuerza y hoy perdió en su máximo bastión electoral

Fue el visionario que creó un nuevo espacio político que rompió el bipartidismo en la Argentina y que llegó a la Presidencia de la Nación, pero ahora se convirtió en el máximo responsable de una de las derrotas electorales más duras del PRO. Mauricio Macri no habló esta noche desde el escenario para referirse a su tercer lugar, con el 15,9% de los votos, en el distrito que gobierna desde hace 18 años, pero lo hizo luego: “Este resultado da para reflexionar mucho”, fueron sus primeras palabras.

También se refirió la convocatoria de Manuel Adorni a otros espacios políticos a sumarse a La Libertad Avanza: “Sin ningún tipo de respeto no se puede -resaltó-. Si hay otra forma de dialogar, nosotros estamos”. Enseguida agregó: “Si hay respeto, nosotros estamos dispuestos a ver hacia dónde vamos, pero tomémonos una semana” y dijo, además, que no le había enviado ningún mensaje a Javier Milei por el resultado electoral: “No sé si le voy a mandar, estoy en etapa de reflexión”.

Macri comenzará gran parte de esa etapa reflexión a bordo de un avión, ya que esta noche viajará a Europa por sus actividades como presidente de la Fundación FIFA. En Buenos Aires, los dirigentes del partido que lidera quedaron en estado de shock. Se esperaba una derrota, pero no de esa magnitud. El dato de que el PRO no ganó en ninguna comuna porteña fue, entre tantas malas noticias, un estilete que hirió la identidad amarilla, tan arraigada -hasta ahora- en la Ciudad de Buenos Aires.

En las filas del PRO circulaban esta noche todo tipo de versiones. Desde la renuncia de Macri a la presidencia del partido hasta el inminente anuncio por parte de Jorge Macri de un profundo cambio de gabinete, la dirigencia no podía asimilar el resultado de la votación en la Ciudad en manos de un nuevo rival como La Libertad Avanza y de un viejo enemigo como el kirchnerismo. Y, para colmo, en un escenario de elecciones desdobladas ideado por el líder del espacio, justamente para municipalizar el comicio: votar en octubre era nacionalizarlo y darle más chances a Milei.

Sucedió lo contrario, como reconoció Jorge Macri en el discurso en el que aceptó el resultado adverso y felicitó a los ganadores de la jornada. Pero en el PRO saben que también que el ex presidente quien decidió competir en soledad sin buscar acuerdos electorales con quienes podrían haberle asegurado al menos un segundo puesto. El 8,08% de Horacio Rodríguez Larreta, más el 2,50 de Paula Oliveto, el 2,31% de Lyla Levy y el 0,62 de Yamil Santoro podrían haber amortiguado el golpe que sufrió el macrismo, aunque también es cierto que la política no suele ser una ciencia exacta.

Fue todo un dato que puso en crisis el liderazgo de Macri el hecho de que los dos candidatos presidenciales del PRO que compitieron en 2023 terminaron lejos de armado político y en una franca actitud de hostilidad. Patricia Bullrich, quien fue presidenta del partido elegida por él, se abrazó a los libertarios, prohijó los pases de dirigentes del PRO y se afilió incluso a La Libertad Avanza. Rodríguez Larreta armó su propia agrupación y compitió con el macrismo hablando mal de la gestión porteña, dando señales explícitas, además, de que quiere volver a ser jefe de Gobierno en 2027.

No son pocos en el PRO los que creen que Macri cometió una gran equivocación cuando, mientras daba señales de que quería un “segundo tiempo”, renunció a la candidatura presidencial en 2023 sin dejar de incidir en la estrategia electoral. Promovió formalmente la competencia interna en Juntos por el Cambio para dirimir la postulación, aunque hizo todo lo que pudo para desgastar a Larreta y favorecer a Bullrich.

Pero incluso coqueteó con Milei en desmedro de su propio espacio. Primero fue en abril de 2023, cuando, en un almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), le dio mayor entidad política al candidato libertario: “Pienso que vamos a ir a la segunda vuelta contra Javier Milei”, dijo ante representantes del círculo rojo.

Ni Bullrich ni Larreta quedaron contentos con esa definición. Y la actual ministra de Seguridad Nacional también se molestó con Macri por su discurso del día de las PASO de 2023: en el escenario de Parque Norte, el ex presidente habló de un “cambio de era” y, tras felicitar a la ganadora de la interna de JxC, resaltó que “sumando los resultados de Milei y los nuestros es enorme esta mayoría de argentinos que planteamos un cambio profundo como no existió en décadas”. Allí, no solo destacó el triunfo del candidato de La Libertad Avanza, sino que agigantó la figura del rival de Bullrich con un llamado para felicitarlo (el único que tuvo ese gesto, según Milei).

Ese juego ambiguo de Macri, basado supuestamente en su respaldo a todos aquellos que estuvieran en favor de un cambio en la Argentina, dinamitó la relación con Bullrich. Que terminó de estallar cuando, de acuerdo con el bullrichismo, quiso acaparar el acuerdo electoral sellado con Milei en el famoso encuentro que mantuvieron en la casa de Macri en Acassuso.

En forma paralela, el larretismo acusa al actual jefe del PRO de haber sido quien decidió borrar todo vestigio del ex jefe de Gobierno (incluida su gente) cuando asumió Jorge Macri al frente de la administración porteña. La mala relación, que ya venía de la campaña, se convirtió en irrecuperable cuando Larreta lanzó su candidatura a legislador porteño. Era obvio que iba a sacarle votos al macrismo. Fueron 132.788, que podrían haber sido clave para un resultado menos duro. ¿Macri no quiso hablar con Larreta para llegar a un acuerdo? Sólo le habría mandado mensajes mediante un enviado.

Para Macri, sobre todo, el sabor más amargo es tener que reconocer el triunfo de Milei en su bastión electoral luego de que el primer mandatario no paró de hostigarlo (sobre todo a través de Karina Milei y de Santiago Caputo) y de negarle el merecido reconocimiento político a su figura y al papel crucial del PRO en la sanción de proyectos del Gobierno en el Congreso.

Es inevitable el recuerdo de cómo Néstor Kirchner terminó demoliendo a Eduardo Duhalde luego de que éste había resultado decisivo para su llegada a la Casa Rosada. A partir de hoy, el líder libertario tiene una victoria trascendental para su confeso sueño de pintar lo amarillo de violeta.

¿Cómo asimilar este revés en las urnas cuando Macri se involucró de lleno en la campaña, recorriendo la Ciudad junto con Silvia Lospennato? ¿Qué fuerza puede tener para sentarse a negociar con el mileísmo un eventual acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires? ¿Cómo evitarán en el PRO que ahora se multipliquen los saltos de sus dirigentes a la Libertad Avanza? Peor aún: ¿cómo mantendrá el macrismo su condición de principal espacio de centroderecha que está asociado al cambio? Los porteños le dieron un inesperado golpe (que, de todas formas, les pegó a todos con el significativo 53,2% del padrón que decidió no ir a votar)

Macri empezó su etapa de reflexión. Ya nada será como antes para él y para el PRO.