Ante empresarios, el presidente Javier Milei defendió su gestión económica y amenazó con vetar cualquier proyecto que “atente” contra su objetivo de lograr el equilibrio fiscal.
El presidente Javier Milei dio un discurso en el congreso anual del Instituto Argentino de Ejecutivo de Finanzas (IAEF). Allí defendió su política económica y amenazó con vetar cualquier proyecto que “atente” contra su objetivo de lograr el equilibrio fiscal.
“Les aviso. Cualquier proyecto que manden desde el Congreso, que quiera romper la caja y hacer volar este país por los aires, se los voy a vetar. Me importa tres carajos. Obviamente, lo van a hacer con fines electoralistas”, fueron sus contundentes palabras.
Lo dijo en momentos en que el bloque de Diputados de Unión por la Patria busca avanzar con un proyecto para financiar las universidades.
Sobre el demorado tratamiento de la Ley de Bases en el Senado, señaló: “Si el Congreso no me saca ahora las reformas estructurales, no me importa. Lo voy a volver a intentar. Y si no me la dejan pasar, la paliza electoral que le vamos a dar el año que viene va a ser que cambie la composición del Congreso y pasemos todas las reformas. Y no solo eso. Además, tenemos las 300 reformas del DNU. Y les cuento algo. Tenemos todavía pendientes 3.200 reformas. No me importa cuánta voluntad tenga de bloquear la política sucia. La vamos a hacer».
Durante su discurso, Milei enumeró datos, cifras y logros de su gestión, apuntó contra adversarios y críticos y, con la excepción del exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, no mencionó a ninguno con nombre y apellido.
Habló de la “política sucia” y mencionó especialmente a los miembros del equipo económico, que lo enorgullece: el ministro Luis “Toto” Caputo – lo precedió con su exposición-, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
«Cuando nosotros decíamos que íbamos a hacer este ajuste, todos decían que era imposible, que no se podía ajustar más de un punto (del PBI). Nosotros queríamos cerrar las cuentas, apuntábamos a 5 y se nos fue un poco la mano, ajustamos 7. Ahora estamos recomponiendo», dijo entre risas.
También aludió brevemente al conflicto diplomático con España: «Hay un personaje que me encanta que es El Zorro. ¿De qué trataba la trama del Zorro? Tenía dos tipos de enemigos. Obviamente a Monasterio y todos sus soldados, o sea, el Estado que venía y le sacaba los recursos para llevárselo a España. Bueno, justo hoy menciono a España. Igual ya lo tengo a match point a Pedrito. Pese a lo que diga la progresía mediática», enfatizó ante las risas de los ejecutivos de finanzas que seguían su mensaje en el centro de convenciones.
El líder de La Libertad Avanza lanzó críticas también contra Sergio Massa y Martín Lousteau, sin mencionarlos directamente. “Había bestias que decían que el tipo de cambio iba a ser de 10.000. Uno decía que si dolariza lo va a ser a 7.000 pesos ¿Dónde estaba el que hacía la cuenta esa? Por suerte, sacó pocos votos y desapareció. Es uno de los tipos que más imagen negativa”, dijo sobre ex ministro de Economía de Alberto Fernández.” La persona que le hizo la cuenta también tiene imagen negativa», agregó sobre el senador radical.
Apuntó más directo contra el kirchnerismo al plantea: “Creían que nosotros íbamos a liberar todo sin mirar el problema de stocks. Y si nosotros liberábamos todo sin mirar el problema de stocks, íbamos a generar una hiperinflación. Y en enero ya había otro gobierno. Así de fácil. Pero no les dimos el gusto. Estamos terminando, cerca de terminar mayo, y todavía estamos acá. Y con la inflación cayendo”.
“Cuando nosotros decíamos que íbamos a hacer este ajuste, todos decían que era imposible. Se encontraron con que nosotros, en el primer trimestre, habíamos ajustado siete puntos. No sólo eso, sino que ya en el primer mes de gestión habíamos generado superávit financiero. Entonces, en lugar de aceptar que se equivocaron, dicen esto ´no es motosierra, es tijerita más mucha licuadora´».
Y señaló: «Cuando la licuadora es permanente entonces es motosierra». “Bajamos a la mitad la cantidad de ministerios. Cortamos la obra pública, porque no creemos en la obra pública. Cortamos de cuajo las transferencias discrecionales a las provincias. Echamos una cantidad enorme de empleados públicos, y cada vez que van cayendo los contratos, van saliendo más empleados públicos. Bajamos un montón de planes sociales que eran curro”, enumeró
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