La ministra de Capital Humano Sandra Pettovello se descargó en X contra quienes le dedicaron cánticos e insultos en un micro en la pista de Aeroparque.
La ministra de Capital Humano Sandra Pettovello respondió después del «escrache» y los cánticos en contra que recibió en un micro de traslado de pasajeros en la pista de Aeroparque. El tono fue netamente político y en una frase transitó de la apelación casi a la chicana: » Aprendan a convivir con la discrepancia y respeten la democracia. Perdieron, acostúmbrense», remato su posteo.
«Camino libre por la calle, voy al supermercado sin problemas. Lo que ocurrió no fue un acto espontáneo, sino una acción cobarde y antidemocrática de personas que viajaban en grupo», escribió la ministra, y a modo de advertencia agregó: «Estamos investigando».
La postura privatista del presidente Javier Milei con Aerolíneas Argentinas y el enfrentamiento con sus sindicatos hizo eclosión este viernes y le deparó un mal momento a la ministra de Capital Humano. Recibió cánticos y hasta insultos de un grupo de pasajeros en el regreso de un viaje que había hecho a San Salvador de Jujuy.
Ocurrió a bordo de uno de los micros que trasladan a los viajeros desde la pista al hall del aeroparque Jorge Newbery. Allí la ministra estaba acompañada con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, y la tensión comenzó a subir cuando un grupo de personas comenzó a hostigar a la funcionaria, al tiempo que gritaban «¡Aerolíneas no se vende!». Luego, con la tensión por el conflicto universitario latente, siguieron con “universidad de los trabajadores/ y al que no le gusta, se jode…».
La primera reacción de Pettovello fue limitarse a una sonrisa, sin responder. Pero instantes más tarde, como el tono del «escrache» no cesaba y los gritos seguían, mutando a «dejen de ajustar al pueblo», hasta terminar acusándola de «chorra, no le entregás los alimentos a los comedores», la ministra reaccionó más nerviosa. Entonces les gritó a sus acusadores: «Ganamos las elecciones, así que aguántensela».
«Nosotros también nos ajustamos», intentó argumentar la ministra, pero eso solo enardeció más los agravios. La escena final fue cuando el micro estacionó junto a la estación aérea y entonces los pasajeros comenzaron a descender, allí alguien volvió a gritar «Aerolíneas no se vende», y Pettovello contestó: «Sí, se vende…».
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