La joya es de oro, contiene una piedra de ónix y tiene grabados los nombres de sus cuatro hijos. “Es inminente” la detención de los sospechosos del robo, dijo el abogado de la familia del ex presidente.
La Justicia investiga el robo del histórico anillo del ex presidente Carlos Menem, quien murió este domingo a los 90 años luego de enfrentar diversos problemas de salud. Se trata de la joya de oro con una piedra de ónix que el ex mandatario usaba prácticamente todo el tiempo y que lo acompañó durante toda su presidencia y el tiempo que se desempeñó como senador nacional.
De acuerdo con los primeros datos de la investigación, que está cargo del fiscal Carlos Velarde, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal Correccional Nº 42 y de la División de Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, el robo habría ocurrido entre el 6 de diciembre y 17 de diciembre en la casa que tenía el ex jefe de Estado en la calle Echeverría, en el barrio porteño de Belgrano, mientras estaba internado por primera vez en el Sanatorio Los Arcos.
Diego Storto, abogado de la familia Menem, fue quien confirmó la investigación penal en diálogo con el canal C5N. “Estamos muy avanzados en la investigación. Creo que se está yendo por buen camino”, dijo el letrado, que aseguró, además, que “es inminente” el allanamiento y detención de la o las personas involucradas en el robo. El expediente fue calificado como hurto y ya declararon 15 personas, entre enfermeros, asistentes y empleados del ex presidente.
El anillo en realidad no era el original que le había regalado su padre Saúl, respetando una tradición familiar árabe. De hecho, el hombre también le dio una joya de ese estilo a los hermanos del ex presidente. El que se conoció popularmente y que hoy es el objeto de la investigación judicial es una réplica, cuyo origen se dio irónicamente también durante un desafortunado episodio.
El 19 de diciembre de 1989, cuando Menem asumió como mandatario de los argentinos, perdió la joya. Fue a partir de este hecho que “Zulemita”, su hija, mandó a hacerle la réplica que es la que usó durante todo el período como jefe de Estado y como senador nacional. Se trataba de una pieza con un gran valor emocional y había que reponerla. Todas las fotografías durante su máximo esplendor político son con aquel anillo. Era tanta la importancia que tenía la pieza para el ex presidente que en ella tenía grabados los nombres de sus cuatro hijos: Carlitos Junior, “Zulemita”, Nair y Máximo.
Prácticamente no se lo sacaba; sólo cuando iba a dormir. En las noches Menem colocaba el anillo dentro del estuche de uno de los dos anteojos que usaba a diario, lo dejaba en su mesa de luz y al otro día volvía a ponérselo en su mano izquierda. Era una rutina casi irrenunciable que por la internación del diciembre pasado se vio abruptamente modificada.
La denuncia fue radicada por la familia de Menem el 17 de diciembre de 2020, luego de que se descubriera desde el hospital que el anillo había desaparecido. Fue después de que Menem pidió que le trajera sus anteojos ya que quería ver un partido de fútbol. Cuando sus custodios le llevaron los estuches con los anteojos desde la casa del barrio de Belgrano, fue ahí que notaron que la joya no estaba. El anillo había sido utilizado por última vez el día 4 de diciembre del 2020 por el ex Presidente, en una sesión legislativa.
Al momento de la internación, en el domicilio porteño de Menem trabajaban, además de los custodios, tres enfermeros, dos empleados y una asistente. Además, ingresaron trabajadores que hicieron algunos arreglos en la vivienda.
“Descartamos cualquier tipo de conexión familiar y con la gente cercana que trabajó con él durante toda la vida, la Justicia está poniendo la lupa sobre algunas personas que durante la investigación quedaron más al descubierto probatoriamente, que fueron llamadas a declarar y se notó que falsearon su declaración”, expresó el letrado.
Emilio Méndez Villanueva es otro de los enfermeros que cuidaba a Menem los siete días de la semana. Según indicó el canal TN, previo a darse cuenta que el anillo no estaba más, el profesional de la salud había sufrido otro robo dentro de la casa: el de su celular.
Según trascendió, mientras Menem estaba dentro del sanatorio del barrio de Palermo, en una oportunidad fue hasta la casa de la calle Echeverría y notó que su teléfono había desaparecido. Pasaron los días hasta que cuando se percataron que la joya también había sido robada, Méndez Villanueva ahí sí reveló lo que había pasado con el celular. Ahora la justicia deberá determinar si ambos hurtos tienen algún tipo de relación. Los que sí se supo -según la señal de noticias- es uno de los empleados que trabajaba en la casa de Menem tiene antecedentes por robo.
Al respecto, el abogado que representa a “Zulemita”, explicó esta mañana que la denuncia no se había dado a conocer hasta este momento por el estado de salud delicado en el que se encontraba el expresidente, pero que la causa “está avanzando” y “está yendo por buen camino”. Según dijo un asistente de Menem al enfermero, la última vez que vio el anillo en la mesa de luz fue el 13 de diciembre. Eso reduciría el período del presunto robo a cuatro días.
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