En el parte diario del Ministerio de Salud, la directora Nacional de Epidemiología, Analía Rearte, recordó las medidas de prevención para reunirse con familia y amigos de manera segura de cara a las celebraciones que se avecinan. Lo que sí y lo que no conviene hacer.
El parte que emite a diario el Ministerio de Salud hoy estuvo centrado en las medidas de prevención que la población debe tener de cara a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo que se avecinan.
En Europa, que atraviesa la segunda ola de la pandemia, ya adelantaron en algunos países que el máximo de personas recomendado en cada reunión será de seis. En el país, las autoridades sanitarias recomendaron hasta diez.
Analía Rearte es la directora nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación y en el parte de hoy lunes hizo referencia a que “en muchos países del hemisferio norte y de Europa se atraviesa una situación de aumento importante del número de casos, al igual que en muchos países de América del Sur -incluso algunos limítrofes-”. Y si bien remarcó que la Argentina se encuentra “en un descenso en el número de casos”, señaló que “esto no es así en todas las jurisdicciones; en la gran mayoría del país continúa la transmisión comunitaria”.
En ese sentido, consideró que “es importante poder cuidarse y cumplir ciertas recomendaciones para poder pasar estas semanas y meses que vienen con los mejores cuidados posibles”.
“Lo más importante creo que es la planificación de todo lo que vamos a hacer en las próximas semanas para poder cuidarnos nosotros y a nuestros seres queridos -comenzó a delinear Rearte-. Lo que sabemos es que la transmisión del virus es muchísimo mayor en espacios cerrados o poco ventilados, y que es mayor cuando tenemos mayor número de personas y cuando estas personas no corresponden a nuestros contactos habituales”.
La funcionaria señaló que “la transmisión del virus es mayor cuando no se respetan las medidas de distanciamiento, no se usa tapabocas, entonces es muy importante que ya desde ahora se empiece a planificar qué se va a hacer y esta planificación debe incluir evitar, en primer lugar, todas las reuniones sociales que no sean extremadamente necesarias en esta semana, y en caso de tenerlas limitar el número de personas en esas reuniones y restringirlas a quienes son contactos habituales para disminuir el riesgo de dispersión en otros ámbitos”.
En segundo orden, llamó a “planificar las reuniones del 24 y 31, dentro de las posibilidades, en espacios abiertos; y si no es posible, asegurarse que el lugar donde se desarrolle el encuentro esté bien ventilado y procurar que no sean encuentros masivos sino más bien con el mínimo de personas necesarias y siempre que se pueda con los contactos habituales y disminuir la concurrencia de personas de otros círculos”.
Además de los ambientes ventilados y la poca concurrencia, Rearte señaló la importancia de “intentar sentarse cerca de los contactos más estrechos, no compartir utensilios, cubiertos, vasos y demás y limitar el consumo de alcohol en exceso, que hace que se disminuyan las normas de distanciamiento”. Asimismo, la especialista llamó a “limitar las salidas posteriores para evitar el contacto con otras personas”.
El médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253) había señalado “las personas con factores de riesgo pueden estar en la reunión, pero van a tener que ser cuidados”. “Posiblemente de las 10/12 personas que concurran, dos o tres van a haber tenido la enfermedad, y por ende están protegidos -sostuvo-. Esas serán las personas que durante la reunión van a ser los encargados de servir la comida, levantar la mesa, y son quienes pueden estar cerca de las personas de riesgo asistiéndolas”.
Además, el experto recomendó que “todas las personas permanezcan con el barbijo la mayor parte del tiempo posible, tapándose adecuadamente la nariz y la boca y distanciadas si no pertenecen al mismo grupo familiar”. “Si son dos grupos familiares pueden estar juntos, pero no mezclados: por ejemplo, en una mesa larga, en una punta se pueden sentar los integrantes de un grupo familiar y en otra otro grupo”, agregó.
“Los barbijos se guardan en el bolsillo o en una bolsita individual al momento de la comida -continuó Debbag-. Se asigna una persona para repartir los platos y levantar la mesa (si nadie tuvo la infección, el que lo haga tendrá que tener barbijo) y desde luego que durante la comida lo ideal es que no se compartan vasos ni platos (se identifican los vasos)”.
Y tras aconsejar que “una vez en la sobremesa, se intentará que la reunión no se extienda mucho después de la comida”, el infectólogo sugirió “en preferencia que las reuniones sean más cortas y luego del brindis finalice”.
“Si cumplimos con todo este tipo de medidas vamos a poder pasar unas Fiestas con menos riesgo y vamos a estar cuidando a los que más queremos”, enfatizó Rearte, a lo que la médica infectóloga y subsecretaria de Calidad, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud, Judit Díaz Bazán, también presente en el parte de hoy lunes, finalizó: “Todavía estamos en vigilancia activa y en este tiempo de celebración y reencuentros necesitamos más que nunca el compromiso y tener presente que si yo me expongo, expongo a seres queridos que pueden tener severos riesgos de sufrir la enfermedad”.
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