La psicóloga Melisa Mirabet explica que en al retomar una rutina prepandemia, nos podemos encontraron con «situaciones que nos habíamos desacostumbrado» donde «la ansiedad y la preocupación pueden activarse». Sus recomendaciones para evitarlo.
Más allá de que la pandemia del Covid-19 y el extenso encierro por la cuarentena repercutió en la salud física y en la economía personal, no hay dudas de que también tuvo un fuerte impacto en la salud mental. Ahora, con el retorno a una «normalidad», esta vuelta a la rutina de antes del coronavirus también puede generar un estrés pospandemia.
Tras un año y medio difíciles, con más ataques de pánico, fobias, aumentó el consumo de psicofármacos, este domingo 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. En ese marco, la licenciada Melisa Mirabet (MN. 65.390), psicóloga especialista en gestión emocional y alto rendimiento, advirtió sobre las situaciones de estrés que se pueden provocar en el retorno a la normalidad.
«Después de todo este tiempo donde parece que la vida tuvo un ‘stop’ de lo que era nuestra rutina habitual, la mayoría de las personas están expectantes por volver a la vida como la llevaban antes del confinamiento estricto y estamos hablando de volver a nuestros comportamientos ‘prepandémicos’ como volver al trabajo de manera presencial, utilizar el transporte público o retomar actividades sociales, entre otros», expresó la directora de SEPSIAT (Servicios Psicológicos y Atención Terapéutica)
En esa línea, Melisa Mirabet agregó: «Así como las autoridades trabajan en que la reapertura sea confiable, cada persona debe trabajar, de manera individual, para que dicha transición sea vivida de forma asertiva, segura y no conlleve distintas emociones como la ansiedad o sentirse abrumados».
«Debemos tomar conciencia de estar preparados para afrontar algunos factores estresantes que si bien son nuevos ya fuimos de a poco incorporando, como tener que hacer fila en un lugar para ingresar, tener que reservar espacio para un trámite o actividad social y, también prepararnos para situaciones que nos habíamos desacostumbrado como puede ser un transporte público completo, donde posiblemente la ansiedad y la preocupación pueden activarse», comentó la psicóloga.
Asimismo, señaló: «Si hablamos de emociones, la alegría y la esperanza, sin dudas, son las que más comienzan a percibirse, sin embargo, la incertidumbre, el miedo y la tristeza de muchas personas que perdieron sus familiares son también emociones que vamos a encontrar al volver a entornos públicos, incluso podemos hacer un hincapié especial a la ansiedad social por tener que volver a exponernos después tanto tiempo de haber estado compartiendo con nuestro círculo íntimo».
«Toda esta readaptación, si bien conlleva entusiasmo, puede también repercutir de manera desfavorable en nuestra salud mental, ya sea porque surgen nuevas fuentes de estrés o bien tengamos que hacer frente a viejos factores de estrés con los que no hemos tenido que lidiar en más de un año, (como estar día a día con compañeros de trabajo si no tenemos buena relación)», concluyó Mirabet.
Por último, la psicóloga dejó algunas recomendaciones para poder afrontar esta vuelta a la rutina con mayor calma:
Validar nuestras emociones y las de los demás: es decir, no emitir juicio por las emociones que nos acompañan. Muchas personas pueden estar felices por las reaperturas y muchas otras pueden estar atravesando el duelo por la pérdida de sus seres queridos y sentir una profunda tristeza, por lo tanto, es importante acompañar como cada uno se siente, sin obligar a nadie a tener que sentirse de otro modo.
Respetar decisiones personales: si algún amigo o nosotros mismos aún no nos sentimos del todo a gusto con alguna actividad porque nos genera inseguridad o malestar, higieniza el espacio, utiliza tapabocas en lugares abiertos, o prefiere lugares con ventilación, hay que poder acompañar sin juicio quitando presiones de tener que cumplir socialmente pero que nos hacen sentir incómodos. Evitemos frases como “no pasa nada, no seas exagerado”.
Reducir la fatiga por exposición: quizás muchas personas observan que cuesta alcanzar el rendimiento cognitivo o corporal que tenían antes, ya sea porque cuesta concentrarse o el cuerpo tienda a agotarse más rápido. Por lo tanto, es importante ir de a poco, cuidando el descanso y la alimentación.
«Los seres humanos tenemos la capacidad de adaptarnos y flexibilizarnos a los contextos que nos rodean y así como nos amigamos con las nuevas rutinas durante la pandemia e incluso algunas llegaron a gustarnos más, ahora nuevamente nos implica cambiar, apostando a nuestra capacidad de resiliencia para construir una nueva normalidad que nos sea placentera, agradable y nos permita cuidar nuestra salud física y mental», finalizó la especialista en salud mental, un tema que con la pandemia y el encierro generó debate y más concientización.
Melisa Mirabet: Psicóloga clínica, trabaja desde la psicoterapia cognitivo conductual, docente de Psicopatología en la Universidad de Belgrano. Realizó la Licenciatura en psicología en la Universidad de Belgrano, cuenta con estudio de postgrado en Psicopatología y Psicoterapia Cognitiva por la Universidad Favaloro y actualmente, se encuentra realizando el Doctorado en la Universidad de Salvador. Es fundadora y directora de SEPSIAT, institución en salud mental. La misma cuenta con un equipo de grandes profesionales, con amplia formación y experiencia; tanto psicólogos como médicos y psiquiatras. Se brinda actualmente atención clínica, talleres, espacios grupales.
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