Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), un día especial para informar y concientizar a la comunidad acerca de esta enfermedad que actualmente es la principal causa de discapacidad en personas adultas. ¿Cómo podemos prevenir un ACV?
El Accidente Cerebrovascular (ACV) es considerado una emergencia que requiere atención inmediata, ya que puede afectar significativamente la calidad de vida o representar un riesgo para la misma. Reconocer sus síntomas y actuar con rapidez puede marcar una gran diferencia en el pronóstico
El ACV puede ocurrir de dos maneras: cuando se bloquea una arteria (ACV isquémico) o cuando se rompe un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico). Algunas personas pueden experimentar una breve interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, conocida como accidente isquémico transitorio (AIT). Aunque esta no causa un daño permanente, puede ser una señal de alerta de un posible ACV discapacitante, por lo que es fundamental buscar atención médica de inmediato.
¿Cuáles son los síntomas de un ACV?
Los signos o síntomas de un ACV suelen aparecer de forma repentina. Cuando identifiques cualquiera de ellos, no esperes a que desaparezcan, llama de inmediato a tu servicio de emergencia local: el plazo máximo para recibir tratamiento es de solo cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas.
- Hormigueo o debilidad de un brazo o pierna
- Dificultad repentina en el habla o en la comprensión
- Problemas repentinos de visión en un ojo o en ambos
- Pérdida de equilibrio
- Debilidad de un lado del rostro
¿Cómo reconocer si una persona está teniendo un ACV?
- Cara: Pídele a la persona que sonría y observa si un lado de la cara está caído.
- Brazos: Pídele a la persona que levante ambos brazos y observa si uno de ellos se desliza hacia abajo o incluso no puede levantarse.
- Habla: Pídele a la persona que repita una frase sencilla. Es posible que la persona afectada no repita las palabras correctamente o que utilice frases arrastradas o incluso extrañas.
Factores de riesgo
Existen dos tipos de factores de riesgo para los ACV: modificables y no modificables.
Modificables:
- Hipertensión
- Tabaquismo
- Diabetes
- Colesterol
- Sedentarismo
- Sobrepeso y obesidad
- Fibrilación auricular
- Consumo de estupefacientes o alcohol
- Estrés
No modificables.
- Edad
- Raza
- ACV, ataques cardíacos o AIT previos
- Antecedentes familiares y herencia genética
- Sexo
¿Cómo podemos prevenir un ACV?
Informarse sobre los factores de riesgo de un accidente cerebrovascular, seguir las indicaciones médicas y adoptar un estilo de vida saludable son las mejores formas de prevenirlo. Si ya has tenido un ACV o un accidente isquémico transitorio, estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de que vuelva a ocurrir.
- Controlar la presión arterial alta
- Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas de su dieta
- Dejar de fumar
- Controlar la diabetes
- Mantener un peso saludable
- Llevar una dieta rica en frutas y vegetales
- Hacer ejercicio en forma regular
- Tratar la apnea obstructiva del sueño
En el Día Mundial del ACV recordemos que reconocer los síntomas y actuar lo más rápido posible puede salvar vidas o mejorar significativamente la recuperación de las personas afectadas. Cada segundo cuenta, y una respuesta rápida puede hacer una gran diferencia.
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