El gobierno decidió diferir hasta doce semanas la aplicación de la segunda dosis de todas las vacunas de dos componentes iguales contra el coronavirus.
El Gobierno resolvió diferir la aplicación de las segundas dosis de todas las vacunas contra el coronavirus de las tres semanas iniciales a doce, con el objetivo de inmunizar a una mayor cantidad de personas en el corto plazo y así lograr una mayor cobertura de la población de riesgo antes del invierno.
La decisión se tomó luego de la reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa), que reúne a la cartera sanitaria nacional con los ministros del área de todas las provincias y en la que hubo consenso unánime en la dilación de la aplicación de la segunda dosis.
Con dicha medida, el Gobierno intenta administrar mejor la escasez de vacunas que hay en el país y la lentitud de la llegada de los cargamentos. Es la forma que encuentran las autoridades sanitarias para intentar “ganarle” al avance de la segunda ola.
Las autoridades sanitarias apelan al concepto de “intervalo mínimo” entre la primera y la segunda dosis, que generalmente es de tres semanas.
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Dado que no se observan complicaciones en un lapso más extenso (y que algunas vacunas tiene una mejor efectividad) se resolvió llevar a un intervalo de tres meses.
La idea es aplicar la estrategia a todas las vacunas, informaron portavoces oficiales. Hay variantes que contienen dos componentes iguales (una primera dosis y un refuerzo), como el caso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca o la de Sinopharm.
En cambio, la Sputnik V tiene dos componentes distintos: en el caso de esta opción, a medida que lleguen los segundos componentes de Moscú se procederá a su aplicación.
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El argumento es que es mejor contar con más personas tengan cerca del 70% de inmunización y no que unos pocos tengan mayor cobertura.
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