29 noviembre, 2024

El Gobierno oficializó la ley de Cardiopatías Congénitas

Fija el derecho «a todas las instancias de detección y tratamientos correspondientes» en cualquier momento de la vida».

El Gobierno reglamentó la Ley 27.713 de Cardiopatías Congénitas, que garantiza la cobertura de todas las instancias de detección en cada etapa de la vida. La normativa había sido aprobada en el Congreso el 13 de abril y ahora quedó oficializada a través del decreto 559 publicado en el Boletín Oficial.

La ley asegura para todas las personas gestantes «el derecho a un control prenatal que incluya la posibilidad de detectar la patología de forma precoz y garantizar también, si correspondiera, el traslado intrauterino».

Se trata de una noticia de suma importancia en términos de la salud en la Argentina, que arrancó con su camino en 2008 con la creación del Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas que 15 años después se convirtió en un derecho asegurado, según la ministra de Salud, Carla Vizzotti.

Para graficar la importancia de la medida, la ministra comentó que «las muertes infantiles por malformaciones congénitas bajaron de 2.285 a 1.249 y las defunciones por malformaciones cardíacas disminuyeron de 847 a 51».

Eso debido a que la iniciativa contempla como garantía que todas las personas con cardiopatías congénitas tengan derecho a las instancias de detección y tratamiento.

Más de 20 mil niños y niñas fueron intervenidos

Desde 2008, más de 20 mil niños y niñas fueron intervenidos quirúrgicamente. En tanto, la lista de espera de las intervenciones bajó de 1000 a cero.

Con la ley, el Estado busca fortalecer el diagnóstico prenatal y que todos los subsectores avancen en una mayor accesibilidad y calidad en la atención de las cardiopatías.

También queda garantizado que todas las mujeres embarazadas o personas gestantes tengan el derecho a un control prenatal que incluya la detección precoz de cardiopatías congénitas.

A partir de la reglamentación, el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas tiene como desafío garantizar los cuidados de niñas y niños que crecieron, sobrevivieron y requieren cuidados específicos del adulto.