Facundo Altamirano tapó tres disparos en la definición y Patronato se impuso 3-2 luego de igualar 1-1 en los 90 minutos. La final, contra Talleres, el domingo.
Patronato de Paraná derrotó por 3-2 a Boca Juniors desde la tanda de penales tras el 1-1 en tiempo reglamentario y se metió en la final de la Copa Argentina, donde enfrentará a Talleres de Córdoba el próximo domingo 30 de octubre por un lugar en la próxima Copa Libertadores de América.
La gran figura de la noche fue Facundo Altamirano, arquero del Patrón, quien contuvo tres disparos, a Óscar Romero, Alan Varela y Sebastián Villa, para que el conjunto de Facundo Sava, que jugará el año que viene en la Primera Nacional, continúe reafirmando una campaña inolvidable.
En cierto punto, durante los primeros 45 minutos Boca pagó un precio muy alto por apostar a los suplentes ante un Patronato que lo jugó con mucho más hambre y a la altura de una final.
La gran carta del Xeneize, más allá de plantarse con los que habitualmente no van de arranque, fue la presencia de Sebastián Villa. El colombiano fue el más desequilibrante del equipo de Hugo Ibarra, protagonista de las jugadas más claras y el principal culpable de que el partido haya llegado a los penales.
Villa, que venía de marcar un golazo en La Bombonera, avisó por duplicado en el comienzo con dos avances por la banda izquierda, uno que atajó Facundo Altamirano y otro que se fue cerca, antes de que el Patrón levante la voz y golpee la mesa con la apertura del marcador.
Fue Marcelo Estigarribia, como contra River, el que rompió el hielo a los 32 minutos, luego de que Sebastián Medina dibuje un pase entre los centrales de Boca para dejar solo al delantero, quien definió de cara al arco por debajo del cuerpo de Javier García.
Para el complemento, Boca inclinó la cancha, fue copando el área de Patronato y llegó al empate a los 73 por intermedio del tiro castigo. Franco Leys le cometió falta desde atrás a Sebastián Villa, Yael Falcón Pérez cobró la falta y el 22 lo cambió por el 1-1.
En la definición por penales, Altamirano se hizo grande y Patronato, que atraviesa un año heroico -aunque sin poder salvarse del descenso-, hizo historia: se clasificó a la final y sueña con la Libertadores.
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