2 diciembre, 2024

River estuvo lejos de la hazaña y quedó eliminado de la final de copa libertadores.

El Millonario igualó 0-0 con Atlético Mineiro, que defendió bien y se ganó merecidamente el pasaje a la final en la que, casi con seguridad, chocará con Botafogo en el estadio Monumental.

River quedó demasiado lejos de la hazaña. La buscó desde el minuto inicial del encuentro que terminó igualando con Atlético Mineiro 0-0 en el Monumental, pero su falta de gol le impidió dar vuelta el 3-0 que había sufrido siete días atrás en Mina Gerais y se quedó con las manos vacías, justo en el año en el que la final de la Copa Libertadores tiene como sede el estadio Monumental.

Actitud no faltó, el Millonario fue el protagonista durante los 90 minutos de juego. Pero chocó con un equipo que es muy sólido en defensa e incluso se dio el gusto de darle un buen susto en algún contragolpe al conjunto que orienta Marcelo Gallardo, que mejoró la imagen que mostró en Brasil, pero con eso no le alcanzó ni siquiera para ganar.

El conjunto brasileño esperará ahora rival para el cotejo decisivos del 30 de noviembre, que seguramente será Botafogo que mañana intentará liquidar la serie ante Peñarol en el estadio Centenario de Montevideo tras imponerse 5-0 en Río de Janeiro.

A River no le quedará otra que poner la cabeza en la Liga Profesional, porque debe sumar en la tabla anual para no quedarse afuera de la edición 2025 del principal certamen continental.

Ante un adversario que le regaló la pelota y ni siquiera se preocupó demasiado por contragolpear, River no supo cómo resolver en los 45 minutos iniciales y se fue al vestuario empatando sin goles, un resultado que lo complicaba en demasía.

Como en la mayoría de las ocasiones que un rival se le planta atrás, al Millonario le costó penetrar esa férrea defensa. Ejecutó 16 disparos, pero casi ninguno le trajo complicaciones a Everson. Lanzó cantidad de centros también, pero los centrales de Mineiro se sintieron cómodos y despejaron casi todo los que les vino, más allá de algún cabezazo de Germán Pezzella y algún otro de Miguel Borja.

La más clara la tuvo Pablo Solari a los 7 minutos cuando capturó un balón dentro del área y le dio por arriba del travesaño. Y a los 33 Facundo Colidio se llevó una pelota a lo guapo, pero cuando se aprestaba a anotar apareció Rodrigo Battaglia y rechazó al córner. En el medio hubo un remate de Matías Kranevitter que se fue cerca.

Del otro lado, casi nada. Durante los primeros 35 minutos, el equipo brasileño le devolvió la pelota a River para que insista. Recién en los 10 finales fue algo más incisivo y estuvo cerca de liquidar la serie cuando Deyverson le robó una pelota a Kranevitter y quedó mano a mano con Franco Armani, pero esta vez ganó el arquero.

En el inicio de la parte complementaria, el Mineiro insinuó que ya no se iba a quedar tan rezagado. Que con poca gente en ataque igual iba a intentar liquidar la serie. Y casi lo hace a los 2 minutos con un zurdazo de Gustavo Scarpa que dio en el travesaño y picó cerca de la línea. El rebote fue a parar a los pies de Deyverson, pero otra vez perdió con Armani.

Los ingresos de Claudio Echeverri y Gonzalo Martínez le dieron más frescura al local de mitad de cancha hacia adelante. Sobre los 15 el Diablito tuvo la más clara de su equipo hasta ese instante al enganchar y quedar cara a cara con Everson pero el arquero hizo prevalecer su experiencia y ganó el duelo.

Y el Pity sacó centros más peligrosos como uno que fue a parar a la cabeza de Maximiliano Meza, quien obligó una gran salvada del guardavalla brasileño. River parecía más cerca del primero, pero los minutos se iban consumiendo.

Gabriel Milito, en cambio, sacó a su delantero más peligroso -Deyverson- y reforzó el mediocampo. Entonces Mineiro volvió a resignarse a defender y a contener los embates del conjunto de Núñez, dueño absoluto del juego. Pero el gol no llegaba.

Y no llegó, más allá de un nuevo disparo de Echeverri que Everson sacó al córner y un tiro libre de Martínez que se fue besando el palo. River tuvo alrededor de 20 córners, remató más de 30 veces y lanzó más de 60 centros al área. Actitud no le faltó, definición sí. Y lo pagó caro. Y tristemente, una vez más la Copa Libertadores quedará en poder de un equipo brasileño, como viene ocurriendo desde 2019 a la fecha.