29 marzo, 2024

Se cumplen 20 años de la hazaña de Boca ante Real Madrid en Japón.

El 28 de noviembre de 2000, el Xeneize se convertía en campeón intercontinental por segunda vez en su historia, tras vencer a un Merengue plagado de estrellas por 2 a 1. Desde entonces, ningún otro club argentino logró llevar a cabo una proeza similar.

Hoy se cumplen 20 años de la última gran hazaña internacional lograda por un club argentino de fútbol: el 28 de noviembre de 2000, Boca Juniors se coronaba campeón por segunda vez en su historia de la Copa Intercontinental tras obtener uno de los triunfos más sensacionales de su gloriosa historia, cuando doblegó el Real Madrid por 2-1 en Tokio, con goles de Martín Palermo y una actuación estelar de Juan Román Riquelme.

La gesta de Tokio, en un estadio Nacional colmado con más de 50 mil personas, enfrentó al campeón de la Copa Libertadores de América con el de la Liga de Campeones de Europa, el poderoso Real Madrid plagado de figuras como Iker Casillas, Fernando Hierro, Raúl, el portugués Luis Figo, el brasileño Roberto Carlos y un entrenador de lujo: Vicente Del Bosque.

Sin embargo, el Boca del «Virrey» Carlos Bianchi protagonizó una actuación deslumbrante que le permitió concretar una hazaña que cobró mayor valor a medida que transcurrió el tiempo, ya que el Madrid no volvió a perder una final de un torneo internacional durante los siguientes 18 años, hasta que cayó superado en la Supercopa de Europa por el Atlético de Madrid, en 2018.

Esa final en Tokio de hace dos décadas opuso de un lado al gran favorito, el Madrid con el título de «Rey» de Europa y toda su opulencia, y del otro llegaba Boca, ganador de la Libertadores, con Bianchi como director de orquesta y Palermo y Riquelme en el apogeo de sus carreras, lo que inclinó finalmente la balanza.

El equipo dirigido por Bianchi había conquistado América y se preparaba para una nueva coronación a nivel local, en el torneo Apertura 2000, pero le faltaba rendir una materia más para quedar en la historia y lo consiguió del otro lado del mundo, en la lejana Tokio que se tiñó con los colores azul y amarillo.

Boca asumió el partido con ímpetu y sorprendió de entrada, con un pase del «Chelo» Delgado que le permitió a Palermo someter debajo del arco a un azorado Casillas a los tres minutos, y luego repitió a los seis con una asistencia de Riquelme que dejó al ‘Titán’ nuevamente en posición de gol y «clink caja», así quedó en ventaja por 2-0.

El Madrid, con un equipo de estrellas, reaccionó con un gol del lateral brasileño Roberto Carlos que dejó las cosas 2-1 para los ‘Xeneizes’ en apenas 12 minutos y con casi todo el partido por jugarse.

Lo que sobrevino fue el Real Madrid atacando una y otra vez a una defensa liderada por los colombianos Oscar Córdoba y Jorge Bermúdez, con Hugo Ibarra como fiel ladero y dos improvisados que rindieron en su máximo nivel: Cristian Traverso y Aníbal Matellán, quienes anularon nada menos que a Raúl, el portugués Figo, al inglés McManaman y a Fernando «Moro» Morientes.

Boca, con Riquelme como amo y señor del partido, y Palermo siempre amenazante para someter a Casillas, esperó el final y cuando el árbitro colombiano Oscar Ruiz hizo sonar su silbato, se desató la locura, el festejo, de los más de 10.000 hinchas «Xeneizes» que viajaron hasta Tokio y los millones que lo seguían prendidos a la TV en cada rincón de la Argentina.

Ese Boca versión 1998-2001 fue hegemónico por sus títulos y porque le ganó al Madrid, considerado el mejor de todos en Europa, y también porque demostró que, si al talento se le suma actitud, se logra un plus que permite ganar partidos, títulos y lograr hazañas imborrables.

Luego de esa final, el Madrid agrandó su leyenda y colmó sus vitrinas con cinco Ligas de Campeones más hasta llegar a 13, sumó otra Intercontinental en 2002 y luego conquistó cuatro veces el torneo que la reemplazó, el Mundial de Clubes.

Boca, por su parte, ganó después de esa final tres Libertadores (2001, 2003 y 2007), y otra Copa Intercontinental, el 14 de diciembre de 2003 frente a otro gigante europeo, el Milan italiano.