25 abril, 2024

El 40% de los estudiantes que logran llegar al último año de la secundaria es pobre

Así lo señaló el informe “Desempeño escolar y pobreza” realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación. Además, analizaron cuáles son los factores que influyen a la hora de aprender.

En la Argentina el 40% de los estudiantes que logran llegar al último año de la secundaria están en situación de pobreza. Así se desprende del informe “Desempeño escolar y pobreza”, realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación junto al Banco Mundial.

En el estudio se plantea que el nivel socioeconómico de los estudiantes incide fuertemente en sus trayectorias escolares y señala que los alumnos pobres que alcanzan buenos niveles de aprendizaje son la excepción en el sistema educativo argentino. El análisis fue y surge a partir de los resultados de Aprender 2019 y de la Encuesta Permanente de Hogares.

“Aunque el nivel socioeconómico bajo suele asociarse con bajos niveles de aprendizaje, hay un 14% de ellos que logran buenos desempeños”, dice el informe y detalla que los factores que dan lugar a este número son el nivel educativo de las madres, el acceso a libros en el hogar, no tener hijos y no trabajar.

En cambio, entre los estudiantes de mayor nivel socioeconómico, el 38% alcanza un nivel satisfactorio o avanzado en Lengua y en Matemática.

Relación entre el nivel socioeconómico de las familias y el desempeño escolar

En Lengua:

  • El 33% de los estudiantes que habitan hogares de NSE bajo se ubican por debajo del nivel básico.
  • La cifra se reduce al 9% entre estudiantes de NSE alto.

En Matemática:

  • El 64% de los estudiantes de hogares con NSE bajo se ubican por debajo del nivel básico.
  • Esta proporción se reduce al 24% entre estudiantes de NSE alto.

“Estos estudiantes resilientes son la excepción. Entender qué factores los ayudan a desempeñarse bien es fundamental para el diseño de políticas públicas que puedan mejorar no solo los niveles de acceso a la educación de los estudiantes en situación de pobreza, sino también el aprendizaje que adquieren una vez que están en la escuela. Esto es crucial dada la evidencia existente que muestra que el aprendizaje adquirido es un factor más importante que la mera asistencia a la hora de influenciar la trayectoria de vida de los estudiantes”, explicó Martín De Simone, coautor del informe.

Nivel educativo materno y libros en el hogar

Uno de los factores “protectores” que resalta el informe es el nivel educativo materno. Entre los estudiantes pobres con buen desempeño, el 35,5% tiene madres que alcanzaron el nivel secundario completo o más. En el caso de aquellos estudiantes con bajo desempeño, ese porcentaje se reduce al 27,2%.

Otro factor es la cantidad de libros en los hogares. Solo en el 8,3% de los hogares de los estudiantes con buen desempeño no hay libros, mientras que en el caso de los estudiantes con bajo desempeño ese porcentaje aumenta a 22%.

Mariano Tommasi, director del Centro de Estudios para el Desarrollo Humano de la Universidad de San Andrés, sostiene: “Los niveles de educación alcanzados por los jóvenes y sus logros educativos están muy fuertemente condicionados por la situación socioeconómica de sus padres, especialmente el nivel educativo de la madre y la estructura familiar”.

Un factor «protector» fundamental que influye en el desempeño de los estudiantes es el nivel educativo de su madre. (Fuente: Observatorio de Argentinos por la Educación)

“Este reporte nos presenta un panorama sombrío con respecto a la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de la educación. Pero también da una nota esperanzadora al señalar que, cuando el ambiente de aprendizaje en la escuela es positivo, aun jóvenes de familias vulnerables pueden tener mejor desempeño”, afirmó.

El docente e investigador de la UNSAM y UNIPE Marcelo Krichesky agregó: “El estudio sobre los resultados del Aprender 2019 da cuenta una vez más de los niveles de determinación social, materializada en la condición de pobreza y vulnerabilidad de los estudiantes, en las trayectorias educativas y sus respectivos aprendizajes”.

Otros factores relevantes: hijos, trabajo y expectativas a futuro

Además, el informe marca que solo el 1,9% de las estudiantes con buen desempeño tienen hijos, mientras que este número asciende a 4,6% entre las estudiantes de bajo desempeño. Lo mismo ocurre en el caso de los varones: el 1,6% de los estudiantes de buen desempeño y el 3,1% de los de bajo desempeño, tienen hijos.

En cuanto al empleo, hay una mayor proporción de estudiantes con buen desempeño tanto mujeres como varones que no trabajan. En el caso de los varones que tuvieron un buen desempeño, solo el 36,7% trabajó las dos últimas semanas, mientras que en el caso de los de bajo desempeño el porcentaje aumenta al 55,4%.

Las percepciones de los estudiantes sobre los aprendizajes muestran una relación marcada con los desempeños. Aquellos con buen desempeño sostienen que les es más fácil comprender y escribir un texto, exponer oralmente y resolver problemas. También existen diferencias sobre sus perspectivas a futuro:

  • El 69,2% de los estudiantes pobres con buen desempeño planea seguir estudios universitarios; la cifra desciende al 51,1% entre quienes tienen bajo desempeño.
  • Solo el 15,5% de los estudiantes con buen desempeño planea seguir estudios terciarios y el 4,1% piensa solo trabajar cuando termine el secundario. Entre los estudiantes con bajo desempeño, estos porcentajes aumentan a 23,4% y 9,3% respectivamente.