19 abril, 2024

Desde el inicio de pandemia, distribución de drogas se disparó un 500% en el país.

Gracias a la modalidad de delivery, los vendedores lograron multiplicar sus ventas, lo que derivó en una suba exponencial de los consumidores, que ahora se sienten más seguros por recibir las sustancias en su casa.

La distribución de drogas en la Argentina se incrementó un 500% desde el inicio de la pandemia, problemática que trae aparejada una suba exponencial del consumo a partir del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), decretado por el gobierno nacional para frenar los contagios de coronavirus.

Así surge de datos recabados por la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), desde donde argumentaron que esta situación se vio favorecida por la creciente modalidad de delivery, que utiliza al Correo Argentino y a empresas privadas para trasladar las sustancias, que por esos medios llegan al destinatario final, en una muestra de ingenio y creatividad puesta al servicio del delito.

«Desde AARA notamos que ha aumentado no menos de un 500% la distribución de drogas a domicilio a través de los delivery», alertó Claudio Izaguirre, titular de la entidad.

Al evaluar cómo se generó un ambiente propicio para que esta modalidad prospere, Izaguirre explicó que «el tema de la pandemia dio como posibilidad una forma más tranquila de transportar la droga a través del correo y eso hizo que la oferta suba exponencialmente».

«La venta y distribución minorista se hace a través de jóvenes en bicicleta, con la caja de empresas de reparto. Llegan a los domicilios con la droga sin ser siquiera molestados», confió sobre cómo prosigue el servicio.

En ese sentido, lamentó que «los consumidores que al principio no conseguían sustancias, hoy encuentran que pueden conseguir la droga que busquen al ‘valor pandemia’», con incrementos que hacen que el precio de las diferentes drogas se haya triplicado y cuadruplicado.

«Y les llega a la puerta de su casa, sin tener que moverse ni trasladarse a algún lugar peligroso, como antes», graficó el especialista sobre la peligrosa comodidad que representa el nuevo sistema para ambas partes.

Por todo esto, Izaguirre definió que «esta nueva forma llegó para quedarse y es la forma más segura que tiene el consumidor de recibir drogas en su casa, pagarlas y no correr ningún tipo de riesgos», tras lo cual no dudó en señalar que «una vez superada la pandemia, esta va a ser la manera en la que van a llegar las drogas al consumidor final».

«Es muy sencillo, ha sido muy bien armado y las drogas, a pesar de la pandemia, siguen como si no hubiera pasado nada», apuntó el titular de la AARA, que insistió: «La situación es muy cómoda para el narcotráfico y muy complicada para combatirlo».

Sobre posibles formas de combatir esta modalidad, señaló que la apertura de las encomiendas es un trámite muy complicado para llevar a la Justicia, aunque destacó una experiencia registrada en Santa Fe que permitió descubrir una entrega y atrapar a parte de la banda.

«El juez federal Aldo Alurralde, de Reconquista, Santa Fe, que tiene un enorme trabajo en la lucha contra las drogas en se sector, ordenó a los perros de Gendarmería el control del correo de la zona», remarcó Izaguirre.

La alternativa resultó positiva. «Así, detectó 30 kilos de marihuana que iban directamente al Correo Argentino apostado a pocos pasos de los juzgados federales de Ciudad, en Comodoro Py», confió el especialista.

Sin embargo, contó que la estrategia no termina allí: «Si los perros detectan drogas, el juez va, las retira, pone ladrillos en las encomiendas y las deja continuar hasta Capital. En este caso, fueron retirados por dos personas en Buenos AIres, que obviamente quedaron detenidas».

«Este control es muy interesante porque permite seguir en forma satelital la encomienda a través de Internet. El que envía esta droga puede controlar en qué lugar está y cuándo llega al destino final, para avisarle a quien tiene que recibir la mercadería que ya está allí», reveló el responsable de la Asociación Antidrogas.

En este sentido, lamentó que esto no ocurra a menudo y admitió que «muchos jueces no quieren hacerlo y otros no dejan abrir las encomiendas», tras lo cual expresó: «Por las fronteras, no pasa una persona que quiere visitar a un familiar que se está muriendo, pero sí la cocaína, la marihuana y cualquier tipo de droga ilegal».