26 abril, 2024

El Episcopado afirmó que es «insostenible e inoportuno» que se trate una ley del aborto en este momento.

La Conferencia Episcopal Argentina se pronunció en contra de la introducción del proyecto sobre el aborto en el Congreso Nacional .

Ante la inminente presentación del Gobierno ante el Congreso de un proyecto sobre el aborto, las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresaron hoy su “preocupación” y consideraron que la situación de la salud pública «hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir» una ley de esas características.

Así lo expresó la Comisión Ejecutiva de la CEA, que encabeza el obispo de San Isidro, monseñor Osca Ojea, en una declaración de dos carillas difundida este jueves, en la que hablan del «humillante aumento en la cantidad de hogares cada vez más pobres».

«Las últimas noticias sobre la inminente introducción del proyecto de ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprenden tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos», dice el texto.

Para los obispos, «así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la Salud Pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características».

Asimismo, consideran que la iniciativa del gobierno nacional «oscurece gravemente el horizonte que nos propone el Papa Francisco en su reciente Encíclica Fratelli tutti: abrir el corazón ante un mundo que rompe en pedazos los sueños y se encierra detrás de una mirada egoísta y excluyente».

En el comunicado, la CEA sostiene que «el sentido común -que abunda en el pueblo sencillo- nos revela que no hay lugar para pensar en proyectos legislativos que contradicen el discurso que dice cuidar a todos los argentinos como prioridad».

Por último, el Episcopado sostiene en su declaración que la pandemia «nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la ‘salud pública’; es decir, el cuidado de la vida humana».

«No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes. Invitamos a la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos», concluye el texto.