19 abril, 2024

Tucumán: lincharon al sospechoso de haber matado a la niña Abigail.

Los vecinos siguieron al presunto homicida y antes de entregarlo a la Policía lo desnudaron, lo golpearon con los puños y le patearon la cabeza cuando estaba en el suelo, causándole la muerte.

El principal sospechoso de abusar y matar a Abigail Riquel, la niña de 9 años cuyo cadáver fue encontrado el domingo en un descampado de Tucumán, fue muerto ayer a golpes y machetazos por un grupo de familiares y vecinos de la víctima, informaron fuentes judiciales y policiales.

El padre de la nena declaró a la prensa: “Mi hija va a descansar en paz sabiendo que el culpable ha pagado por lo que ha hecho y va a estar ella un poco más tranquila”. Esta declaración es comprensible debido al dolor de quien perdió de una manera horrenda a un hijo, pero no justifica el linchamiento que fue un hecho repudiable.

Después de tres días de una intensa búsqueda, José Antonio Guaymás (25), alias «Culón», principal sospechoso del asesinato de la niña, fue sorprendido esta tarde en el barrio 240 Viviendas, ubicado en El Manantial, al sur de la capital tucumana, por un grupo de personas que, antes de entregarlo a la Policía, lo desnudaron, lo golpearon con los puños y le patearon la cabeza cuando estaba en el suelo, causándole la muerte.

«Se trata de la persona que estábamos buscando por el crimen de Abigail», reconoció anoche el fiscal Ignacio López Bustos, quien precisó que «está muerto y el cuerpo fue llevado a la Morgue Judicial, donde se llevará a cabo la autopsia».

El fiscal agregó que «hay coincidencia en los cortes que presentaba en ambos brazos, que eran muchos, además de tatuajes y otros rasgos físicos», y añadió que el hombre «fue atacado a golpes y a machetazos».

Guaymás había salido hace menos de diez días de la cárcel y contaba con numerosos antecedentes, entre ellos al menos diez intentos de robo.

El ataque al expresidiario, por el que hasta el momento no hay detenidos, fue registrado por personas que estaban en el lugar con sus teléfonos celulares, por lo que se viralizaron varios videos.

En uno de los videos del linchamiento difundido en redes sociales, se ve el momento en el que el hombre es agredido a patadas y botellazos por un grupo de personas, que luego lo arrrastran con el rostro ensangrentado, mientras recibía insultos.

En otro video, en tanto, se observa cómo policías protegían el cuerpo del hombre -que yacía inmóvil boca abajo y con el pantalón bajo- mientras unas veinte personas intentaban continuar con la agresión.

La filmación concluyó con un aplauso de todos los presentes mientras gritaban “¡Justicia!”.

«Tuvimos que hacer justicia con manos propia y les advertimos a los que ataquen a nuestro niños que les pasará lo mismo», aseguró uno de los agresores a la prensa al justificar el accionar de las personas, que en algunos casos se movilizaban en caballos.

Por su parte, el padre de la niña, Pablo Riquel, participó esta noche de una movilización que llegó hasta la comisaría 12da, que tenía a su cargo la investigación del caso y aseguró que su hija «va a descansar en paz sabiendo que el culpable ha pagado por lo que ha hecho y va a estar ella un poco más tranquila”.

«Señores policías, disculpen las molestias pero nos están matando», decía el mensaje de una pancarta que fue colocada en la puerta de la sede policial, en tanto que gritaban: «¡el pueblo unido jamás será vencido!».

En forma simultánea, otros grupo se instaló frente a la morgue judicial a la espera de la confirmación de la identidad del cadáver que llegó a ese lugar y fue sometido a una autopsia por parte de los médicos forenses.

Algunos de los manifestantes intentaron romper el vallado que se montó en el acceso para asegurarse que el cuerpo de Guaymás estaba en el lugar, algo que confirmaron posteriormente los voceros judiciales

Durante la tarde, cientos de personas se movilizaron por las calles del centro tucumano reclamando justicia por Abigail, pero la marcha se interrumpió de forma abrupta cuando se conoció que el presunto asesino había sido ubicado.

Abigail, quien vivía en un barrio humilde, fue hallada muerta el domingo pasado en un descampado de la zona norte de San Miguel de Tucumán, detrás de unos montículos de tierra que se formaron con la apertura de una calle en el lugar.

De acuerdo con los informes médicos, la niña murió a raíz de un golpe en la cabeza y tenía signos de abuso sexual y de intento de asfixia manual.

En el marco de la causa, uno de los aportes fundamentales fue la declaración de un testigo que aseguró haber visto al sospechoso, apodado «Culón», cuando caminaba de la mano de la pequeña por el lugar donde finalmente, horas más tarde, fue encontrado el cadáver.

Según la primera hipótesis que manejan los investigadores, la niña les pidió permiso a sus padres para ir jugar en la casa de una amiguita del barrio, aunque nunca llegó hasta ese lugar.

En el camino, sospechan los pesquisas, fue abordada por el asesino, quien la llevó hasta un descampado ubicado en las avenidas Francisco de Aguirre y Las Américas, donde la atacó sexualmente y luego la mató, presuntamente, para evitar que lo identificara.