Día Mundial del Alzheimer: ¿cuáles son los síntomas para detectarlo rápido y retrasar su avance?

Esta enfermedad cognitiva es una de las más complejas, porque no tiene cura y sus consecuencias afectan al paciente y a su entorno.

El 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, una fecha que busca concientizar e incentivar los mecanismos que ayudan a mejorar su experiencia a las personas que padecen la enfermedad. Conocé sus efectos y síntomas.

Esta patología neurológica afecta a miles de argentinos y pese a que no es una causa directa de muerte, el desgaste psicológico para los pacientes y para el entorno del afectado es muy grande. Por eso, conocer las mejores herramientas para detectarlo rápidamente y prevenir su avance temprano es fundamental.

Día Mundial del Alzheimer: cuáles los síntomas para detectarlo rápido

En 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como el Día Mundial del Alzheimer. Esta jornada busca concientizar a la población, generar mayor conocimiento y que los afectados puedan asistir a grupos de apoyo para transitar mejor su proceso.

La primera etapa de detección del Alzheimer se desarrolla durante tres años donde se ve un problema en la memoria, el pensamiento y la conducta. La enfermedad se parece mucho a la demencia y se desconoce su causa. Los principales síntomas son:

• Depresión.
• Pérdida de interés por actividades.
• Aislamiento social.
• Cambios del estado de ánimo.
• Desconfianza de otras personas.
• Ira o agresividad.
• Cambios en los hábitos de sueño.
• Desorientación.

En la etapa inicial se olvidan hechos a corto plazo. Luego, empieza a fallar progresivamente toda la memoria y aparecen problemas en el lenguaje, en las funciones más básicas y en el reconocimiento de las situaciones comunes.

La última fase es la más grave. En esta instancia, se ven afectadas todas las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales son graves con una marcada rigidez muscular y una resistencia al cambio de postura. También pueden aparecer temblores y ataques de epilepsia.

¿Cómo se cura el Alzheimer y cómo retrasar su avance?

Para empezar, hay mecanismo para prevenir esta patología como realizar 150 minutos de deporte por semana. Otros hábitos deseables son la dieta saludable, consumir frutas, cereales y verduras.

Los especialistas también recomiendan evitar fumar, controlar los factores de riesgo cardíaco como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes y mantener un peso equilibrado. Finalmente, lo ideal es cuidar la salud mental, evitar lesiones en la cabeza y limitar el consumo de alcohol.

«Lo fundamental es tener horarios fijos, levantarse y acostarse a determinada hora, tener un sueño de cantidad y calidad adecuadas. También lo cognitivo tiene que ver, reentrenar el cerebro y aprender cosas nuevas todos los días», recomienda el director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, Alejandro Andersson.

El especialista también explica que la vida social es importante, porque «significa ponerte en el lugar del otro y contar algo tuyo». Además, el doctor especializado cuenta que el entorno debe «armar en la cabeza una especie de realidad virtual de lo que pasa» en la persona que padece Alzheimer.

Otras claves señaladas por Andersson son las actividades manuales y el apoyo psicológico, no sólo en los pacientes, sino también en «los cuidadores, porque a veces se exponen a mucha sobrecarga».

¿Qué remedios ayudan a combatir el Alzheimer?

El director del Instituto de Neurología señala que algunos fármacos inhiben la enzima colinesterasa (un transmisor que suele agravar la enfermedad). Esta medicación «aumenta la concentración y mejora la memoria» a través de fomentar la acetilcolina.

«Otros circuitos que tienen que ver con la memoria, con el aprendizaje, utilizan como neurotransmisor al glutamato y ahí entonces usamos medicamentos que son antagonistas o moduladores del receptor NMDA, como la memandina», explica el médico especializado.

Finalmente, Andersson cuenta sobre tratamientos innovadores: «Hay una serie de productos muy sofisticados, unos anticuerpos monoclonales, que lo que hacen es remover una sustancia química que se deposita entre las neuronas y es la que termina provocando que se les destruya el neuroesqueleto hecho de proteína tau y que se mueran».

«Estos productos son muy costosos, pero este año dos ya han sido autorizados y se están usando en algunos casos especiales», cerró Andersson que también contó de un subcomponente del Omega-3 que podría aliviar los efectos del Alzheimer.