28 marzo, 2024

Día del mate: la historia y los secretos de la mayor costumbre argentina.

El día conmemora el nacimiento de Andrés Guacurarí y Artigas, a fin de promover nuestras costumbres y recordar a aquél que luchó en nuestra independencia.

El día 30 de noviembre de cada año se celebra en nuestro país el Día Nacional del Mate, donde se conmemora el nacimiento del caudillo federal argentino, Andrés Guacurarí y Artigas (también nombrado, Guazurarí; del guaraní: “ganado veloz”), más conocido como “Andresito”, primer y único gobernador indígena.

Por disposición del Congreso de La Nación, el día 17 de diciembre del 2014 se sancionó la Ley Nº 27.117, que invita a conmemorar el nacimiento de Andresito en la ciudad correntina de Santo Tomé, el 30 de noviembre de 1778; y quién entre 1811 y 1821 fue gobernador en la Provincia Grande de las Misiones, y tuvo de colaborador a José Gervasio de Artigas, quien lo apadrino y adoptó legalmente.

Este día nos recuerda a una, y por no decir la mayor, costumbre argentina, el mate. Se trata de una infusión muy conocida, popular en todo nivel social y que tiene su origen en nuestros pueblos originarios, más propiamente, los guaraníes y Guaycurúes, dispersos en el alto Paraná y alto Uruguay. Con la conquista el hábito fue adoptado por los españoles y fue muy apreciada por la compañía de Jesús o misiones jesuíticas (llamada, también, “yerba de los Jesuitas”).

El nombre “mate” (del quechua, “mati”: calabacita), proviene de la calabaza en la cual se prepara dicha infusión. En su interior se coloca la yerba mate (Ilex Paraguariensis), ligeramente tostada y desmenuzada, para tal fin. Luego, se agrega el agua proveniente de la “pava” o caldera, a una temperatura de 80ºC; así, se obtiene una preparación espumosa de sabor propio, que se succionará a través de un canuto o bombilla.

El mate, para los argentinos, no trata sólo de una infusión, sino de un culto que, al estar con amigos, pareja, familia, invita a la charla, a la reflexión, al debate: “¿Preparamos unos mates?”, la manera que tienen los argentinos para decir, “quiero pasar un rato con vos”.

El consumo puede darse también de manera individual, el cuál acompaña y constituye un paliativo a la soledad, mientras se hacen otras tareas.

Con respecto a su contenido, este posee cafeína (0,2% a 1,6%), del grupo químico de las Xantinas, sustancias estimulantes del sistema nervioso central, y un 10% de tanino (de acción astringente y que le da su sabor amargo). Al igual que otras bebidas caféicas (café, té, cola, guaraná, cacao) no generan adicción, pero si, habituación.