17 mayo, 2024

Boca humilló a ante Vélez y llega entonado al Superclásico.

Gracias a los goles de Tevez, Cardona y Campuzano y los dobletes de Maroni y Villa, Boca goleó a Vélez 7-1 en Liniers para seguir como escolta en la zona B.

A una fecha de enfrentar a River en la Bombonera, Boca despachó a Vélez en el Estadio José Amalfitani de Liniers con una goleada por 7-1 en la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional.

Edwin Cardona, de tiro libre, Carlos Tévez, Jorman Campuzano y Gonzalo Maroni y Sebastián Villa por duplicado marcaron para el triunfo del Xeneize, mientras que Juan Martín Lucero anotó el empate transitorio en el primer tiempo para el Fortín.

Con este resultado, antes de jugar el superclásico el próximo domingo desde las 18, el conjunto boquense suma ocho puntos en la zona B del campeonato y se ubica a un punto de los líderes Lanús, Independiente y Vélez.

Luego de no mostrar un buen rendimiento ante Claypole por Copa Argentina, el equipo de Miguel Angel Russo salió decidido a justificar por qué es el bicampeón del futbol argentino. Y así lo hizo, porque desde el comienzo doblegó al Fortín y lo acorraló por la incansable velocidad de Sebastián Villa y la infalible calidad de Edwin Cardona.

Diez minutos después de que Diego Abal le perdone la vida a Capaldo por una patada del juvenil en la mitad de la cancha que podría haber sido para expulsión, el colombiano Cardona abrió el marcador con un gol cien por ciento de su autoría. Como no podía ser de otra manera, en el Teatro Colón del fútbol argentino el oriundo de Medellín brindó su espectáculo: A los diez minutos tomó la pelota en tres cuartos de cancha, trasladó a pura gambeta y le cometieron una falta que él mismo se encargó de ejecutar con una categórica definición por debajo de la barrera que se metió al arco de Lucas Hoyos pidiendo permiso.

Pese a la alegría boquense por el 1-0, Vélez se repuso instantáneamente y a los 25 llegó a la igualdad por medio de Juan Martín Lucero, quien cabeceó en soledad por el segundo palo luego de un cabezazo de Emiliano Amor tras un centro de Ortega.

Sin embargo, Boca se puso nuevamente en ventaja por otra genialidad de Edwin, que a la media hora del partido se conectó con su compatriota Villa y lo asistió casi de memoria para que el delantero deje en ridículo al golero del Fortín con un amague que continuó con pase a la red.

En el complementó cayó la ráfaga de goles del visitante y Boca comenzó a encaminar el resultado. A los ocho minutos, Villa recortó hacia adentro desde la izquierda y sacudió la red en el Amalfitani. Luego, el colombiano nuevamente fue protagonista por un remate desde afuera del área que pegó en el palo y Gonzalo Maroni se encargó de empujarla con el arco a su merced.

A los diecisiete, el emblema del equipo cuyo regreso tanto se esperó durante las semanas previas tras la muerte de su padre, aprovechó un buen desborde de Frank Fabra desde el carril que le pertenece y empujó la pelota con su botín izquierdo para poner el 5-1.

La media docena de goles se alcanzó con una jugada colectiva que comenzó en campo propio por una serie de pases que derivaron en la definición del cordobés Maroni dentro del área a los 28 minutos.

Cuando el encuentro se cerraba y Boca ya pensaba en River, Campuzano le puso la frutilla al postre y marcó el séptimo gol de la goleada con un enganche de izquierda a derecha en la puerta del área que culminó con un disparo fulminante.

De esta manera, el Xeneize cerró una goleada histórica que le da un importante envión para disputar el superclásico en la próxima fecha y seguir en los primeros puestos de la tabla de posiciones.