El Halcón no solo aprovechó la diferencia obtenida en condición de visitante sino que reivindicó su propuesta ofensiva durante los 90 minutos. Esa personalidad tuvo premio, y cuando parecía que el marcador terminaría en cero, el goleador Braian Romero (’87) apareció para liquidar la serie. ¡Ahora, por la final!
Esta noche, Defensa y Justicia escribió una de las páginas más gloriosas de su historia y se metió en la semifinal de la Copa Sudamericana. El Halcón se impuso por 1-0 a Bahía de Brasil en el estadio «Norberto Tomaghello», y amplió la ventaja conseguida en el triunfazo (3-2) obtenido en condición de visitante el pasado miércoles. Los de Varela cada vez vuelan más alto.
El único tanto del encuentro fue obra de Braian Fernández (’87), goleador del equipo y del certamen, quien liquidó la serie al culminar con precisión un contraataque que había conducido Walter Bou.
La necesidad imperiosa de revertir la derrota en condición de local llevó al conjunto de Luiz Menezes a atacar con ímpetu, pero sin claridad mientras que los locales estuvieron muy cómodos con la diferencia a su favor. Incluso, los dirigidos por Hernán Crespo podrían haber sumado algún tanto más a su favor en el global si hubiesen estado un poco más finos en los contraataques.
En la primera etapa, el Halcón estuvo muy ordenado y apostó a transiciones rápidas para inquietar al rival. Con esta estrategia, en el inicio no pasó grandes sobresaltos hasta que Gregore desbordó por la banda derecha cuando corrían 24 minutos y habilitó a Juan Pablo Ramírez, que improvisó una media vuelta en el área chica y la pelota salió apenas por arriba del travesaño.
La más clara para Bahía durante esta etapa ocurriría sobre el final en una suerte de “triple ocasión de gol”: Rossi recibió un pase desde la banda izquierda y disparó desde una posición inmejorable para sorprender a Unsain, pero su remate se estrelló en el travesaño.
En esa misma jugada, la pelota volvió a los pies del mediocampista que otra vez se atragantó el grito sagrado porque Emanuel Brítez apareció para bloquear su remate, y luego Franco Pareces evitaría heroicamente que el esférico traspase la línea de gol.
Ya en el complemento, el trámite sería similar: los brasileños atacando sin crear peligro real y los de Varela sin la fineza requerida para liquidar la serie en un contragolpe. A los 55, Pizzini se encontró con la pelota picando en el área, pero su remate se fue por lo alto.
Inmediatamente, Braian Romero tuvo su chance e hizo a lucir Douglas Friedrich con un remate rasante al palo izquierdo.
La jugada más insólita ocurriría a los 70 minutos cuando Rossi se tomó sus genitales e hizo un gesto obsceno dirigido a alguien fuera del campo de juego. Inmediatamente, el árbitro Eber Aquino revisó ese momento a instancias del VAR y decidió expulsar al mediocampista.
Lamentablemente para los locales, esa ventaja numérica no duraría mucho porque Nelson Acevedo hizo una falta innecesaria en la mitad de cancha y se ganó la segunda amarilla. De esta manera, el cierre del encuentro encontraría a ambos equipos con diez futbolistas.
Sobre el final, cuando parecía que el marcador quedaría igualado, la propuesta ofensiva de Defensa y Justicia tuvo premio: Walter Bou condujo uno de los tantos contragolpes de los locales y habilitó a Romero (’87), quien liquidó la serie con un toque sutil. Merecida victoria y merecido paso adelante para un equipo que nunca especula.
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