26 abril, 2024

River empató agónicamente un caótico partido ante Junior.

Cuando el equipo de Barranquilla se quedaba con el triunfo en Colombia ante un desconocido River, Paulo Díaz igualó en tiempo cumplido con un cabezazo.

El gol del chileno Paulo Díaz llegó en el momento justo y alegró a River en medio de una noche que pintaba ser para el olvido, porque el equipo estuvo lejos de su mejor versión, pagó el precio por haber jugado con futbolistas habitualmente suplentes y padeció el difícil contexto social que atraviesa Colombia, ya que el juego se interrumpió en el primer tiempo por los gases lacrimógenos que llegaban desde las afueras del estadio, donde se vivía un caos entre fuerzas de seguridad y manifestantes.

Terminó siendo un empate 1-1 por la cuarta fecha con el que el Millonario cerró un negocio beneficioso, porque mantiene altas sus probabilidades de clasificar a octavos de final, ocupando el segundo lugar del grupo D de la Copa Libertadores con seis puntos, a dos de Fluminense -que derrotó a Independiente Santa Fe- y con tres más que su ocasional adversario, con dos juegos en condición de local por disputar.

Con poco más que resaltar que el cabezazo salvador de Paulo Díaz a los 47 minutos del complemento, el equipo de Marcelo Gallardo redondeó uno de los peores rendimientos del último tiempo. Es que defensivamente no brindó seguridad, pecó de ingenuo para la elaboración y Girotti, que jugó un poco más de un tiempo, tuvo poca participación.

Aprovechando el déficit de los de Núñez en el fondo, Miguel Ángel Borja fue el que coronó un contrataque mortal a los 20 de la primera etapa para poner las cosas a favor de Junior, que ganaba con justicia ante un contrincante de brazos caídos y con pocas ideas.

Para destacar algo del elenco argentino antes del gol, hay que remontarse recién a los 7 del segundo tiempo, cuando Zuculini se llevó la pelota por delante en el área chica y forzó la repentina respuesta del golero dueño de casa. Fue este el periodo en el que River logró equilibrar las condiciones, porque el entrenador advirtió los problemas y, olvidándose del choque con Boca, mandó a la cancha a varios titulares (en su mayoría los ofensivos) como Suárez, Borré, Carrascal y Palavecino.

Aunque no puede tapar el sol con un dedo, es un punto de oro para los dirigidos por el Muñeco. Por un lado, porque los libros de la competencia dicen que sumar de visitante es una premisa favorable. Por otro, porque de esta manera evitan llegar de capa caída al superclásico del domingo, en el que se jugarán el avance a las semifinales de la Copa de la Liga Profesional.

En los próximos días, los focos del DT estarán en trabajar arduamente para definir los once que se pararán en la Bombonera desde el inicio, pero de reojo tendrá en cuenta los choques en el Monumental frente a Independiente Santa Fe y Fluminense, por la quinta y última fecha del certamen internacional, que serán determinantes para seguir el camino a la gloria.