3 mayo, 2024

25 de agosto día de San Luis Rey de Francia.

El pueblo peregrino de San Luis del Palmar celebra hoy sus fiestas patronales en honor a San Luisito, Rey de Francia, uno de los santos más populares de la feligresía católica de esta zona.

Como cada 25 de agosto, San Luis del Palmar se viste de fiesta para rendirle honores a San Luis Rey de Francia. Miles de personas se acercan a la localidad, distante 24 kilómetros de la Capital correntina, para manifestarle su devoción.

La fiesta en honor al niño rey de Francia, o San Luisito, como lo llaman cariñosamente los feligreses, comienza con una peregrinación de algo más de un kilómetro por las calles de la ciudad, en la que los devotos van visitando los altares familiares que se levantan en las casas a la espera del paso del Santo Patrono. Mientras tanto, en la plaza principal de San Luis del Palmar, otros tantos de miles de fieles se despliegan en torno a los puestos de venta ambulante.

Historia

Nacido el 25 de abril de 1214, en Poissy, se convirtió en el cuadragésimo cuarto rey de Francia. Luis IX, más conocido como San Luis, fue canonizado el 11 de agosto de 1297, casi 27 años después de su muerte en Túnez. Considerado santo en vida por el pueblo, contribuyó a instaurar la idea de la encarnación del poder político y espiritual en un solo hombre y no solo en un Dios universal.

Nieto de Felipe Augusto y abuelo de Felipe el hermoso, Luis IX fue el quinto hijo y segundo conocido de Luis VIII, conocido como «Luis el León», y Blanca de Castilla. Recibió de Blanca una educación estricta y muy piadosa. Ella puso gran énfasis en la religión y la protección de la Iglesia, mientras le preparaba para el papel real.

RECIBE EL TRONO A TEMPRANA EDAD

En 1218 muere su hermano mayor, Felipe, lo que le convierte en el único heredero legítimo al trono. El 8 de noviembre de 1226, cuando solo tenía 12 años, su padre murió de disentería, con tres años en el trono. Fue coronado rey el 29 de noviembre de 1226 en la catedral de Reims. Después de Luis VIII, San Luis se convirtió en el segundo rey capeto que no fue coronado en vida de su padre. Sin embargo, fue Blanca de Castilla quien ejerció la regencia del reino.

El nuevo monarca se hizo cargo real en 1230, a la edad de 16 años, y se convirtió en jefe militar. No ejerció plenamente su reinado hasta 1234, cuando alcanzó la mayoría de edad. Su reinado estuvo marcado por importantes reformas administrativas -en particular, el debilitamiento del feudalismo-, la expansión del reino y las Cruzadas. El rey también fue famoso por su sentido de la justicia y su gran piedad.

UN REY PIADOSO Y COMPASIVO

«Muy cristiano» el rey, que asistía diariamente a los oficios religiosos, también hizo construir, en la isla de la Cité de París, la Santa Capilla donde se guarda la Corona de Espinas, un trozo de la Vera Cruz, así como varias otras reliquias de la Pasión, adquiridas durante sus cruzadas a partir de 1239.

No dudó en explicar que nada «podía separarle de la fidelidad que debía a Dios». La limosna fue también una de sus prioridades. San Luis se mostraba muy generoso con los más pobres, y a veces los recibía en su propia mesa después de servirles carne y pan. «Si a veces gasto mucho dinero, prefiero hacerlo en limosnas por amor a Dios, que por mis frivolidades y cosas mundanas», explicaba el rey.

CARITATIVO CON LOS ENFERMOS Y DURO CON LOS IMPÍOS

La situación de los enfermos también le preocupaba. Con este fin, hizo construir el hospital Quinze-Vingt. Sin embargo, Luis IX también fue extremadamente severo con los no cristianos o con quienes consideraba malvados.

Los judíos, por ejemplo, fueron expulsados del reino, a los blasfemos se les atravesó la lengua con hierro candente y los herejes fueron quemados vivos. Jacques-Bénigne Bossuet, obispo de Meaux y amigo íntimo de Luis XIV, dijo de él: «En sus acciones y palabras, la justicia, la constancia, la sinceridad y la dulzura eran evidentes, así como la severidad cuando la situación lo requería».

PRIMER LAICO CANONIZADO

Gregorio X, elegido Papa un año después de la muerte de Luis IX, el 1 de septiembre de 1271, se comprometió a canonizarlo. Finalmente, fue su sucesor Bonifacio VIII quien lo hizo, durante el reinado de Felipe el hermoso, iniciador del alejamiento del poder religioso y político y opositor al Vaticano.

El soberano fue el primer laico canonizado. Bonifacio VIII destacó los milagros póstumos que se le atribuyeron, así como sus cualidades evangélicas, reconocidas en vida. Su fiesta se fijó el 25 de agosto, aniversario de su muerte.