10 mayo, 2024

Revelan que las fundas de almohadas tienen más bacterias que el asiento de un inodoro

Expertos analizaron muestras tomadas de colchones, sábanas y fundas de almohadas tras semanas sin ser lavadas.

Un estudio realizado por la empresa estadounidense «Amerisleep», especializada en artículos para el hogar, determinó que una funda de almohada sin lavar podría acumular alrededor de 3 millones de bacterias en tan solo una semana de uso.

Dicha cantidad es 17.000 veces más que el promedio de microorganismos que se pueden encontrar en el asiento de un inodoro.

En la investigación, los autores analizaron las muestras tomadas de colchones, sábanas y fundas de almohadas tras semanas sin ser lavadas.

«Examinamos las partes microscópicas de nuestros colchones y ropa de cama a través de un estudio con voluntarios que limpiaron sus sábanas durante un período de cuatro semanas sin lavarlas. También tomamos muestras de bacterias de colchones de diferentes edades (desde menos de 1 año hasta 7 años). Luego analizamos todos los datos para comprender mejor qué tan limpias están realmente nuestras sábanas y con qué frecuencia deberíamos reemplazar colchones», informaron desde la empresa.

En el tejido de la ropa de cama, los expertos encontraron bacilos que causan endocarditis, bacteriemia, septicemia, neumonía, meningitis, infecciones oculares y entre otras enfermedades.

Además, en las fundas de las almohadas se hallaron bacterias del grupo cocos grampositivos, consideradas como los agentes causantes de lesiones purulentas inflamatorias.

«Después de una semana, las fundas de las almohadas y las sabanas contienen entre tres y cinco millones de CFU (unidades formadoras de colonias) por pulgada cuadrada. Para la cuarta semana, ambas áreas de su espacio para dormir tiene casi 12 millones de CFU. También comparamos cantidades de bacterias en la ropa de cama con otros artículos que normalmente consideramos «sucios». Como se puede ver, la cama es un lugar bastante lleno de gérmenes», señalaron.

Los autores del estudio afirmaron que los microorganismos se alimentan de las células muertas de la piel, el sudor y el cabello. También indicaron que la cantidad de bacterias no depende del material del artículo, y recomiendan cambiar las fundas de almohadas de forma rutinaria, preferentemente cada semana.